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En síntesis, hacer un fp superior no solo traerá ventajas económicos ya que igualmente tendrás grandes satisfacciones personales y profesionales al ampliar tus capacidades profesionales al terminar este tipo de estudios superiores.
Un Ciclo de Grado Superior es un tipo de enseñanza del sistema educativo de Formación Profesional Español que se completa en 2 años académicos, y que se centra en enseñar a los estudiantes mediante unos estudios más prácticos que los universitarios, preparando a los alumnos de una forma más cualificada en la inserción al mundo laboral, gracias a una formación con prácticas más específicas orientadas a su futuro laboral.
Los estudios se realizan durante dos años, combinando las clases teóricas, con prácticas en clase, prácticas en empresas para poner en práctica todo lo aprendido y obtener la experiencia laboral práctica necesaria. Teniendo una duración total de 2.000 horas.Existe una gran oferta formativa para realizar un ciclo de grado superior, tanto en centros públicos como privados, disponiendo de una gran catidad de opciones para poder estudiar de forma presencial tanto con horario diurno como nocturno, o incluso online.
Los ciclos de grado superior están compuestos por una serie de módulos profesionales En cada módulo se trabaja el temario necesario y prácticas para adquirir los conocimientos y técnicas necesarias para desarrollarse como profesional en el sector. Ya sea con clases teóricas o clases prácticas.
Los módulos profesionales de este ciclo formativo son los siguientes:
La formación práctica se desarrolla, en periodo lectivo, en la empresa de trabajo establecidos (de septiembre hasta diciembre o de marzo hasta junio). Excepto casos excepcionales se excluyen los periodos de vacaciones escolares. La Formación en centros de trabajo (FCT)
Las prácticas se acuerdan entre los/las 2 tutores/as acorde a las horas de cada perfil profesional dentro de los tiempos anteriormente citados.
La duración diaria de la formación debe ser igual o cercana al horario laboral de la empresa, generalmente entre las 7:00 y las 22:00, y se celebrarán reuniones de seguimiento, periódicas y obligatorias con el tutor de FCT en el centro educativo.
El Grado Superior se compone de 400 horas de prácticas. Generalmente entre marzo y junio del 2º Curso. Excepción: En los 5 títulos LOGSE vigentes oscila entre 380 y 440 horas.
Si acreditas una experiencia laboral mínima de un año (atendiendo al cómputo correspondiente a una jornada laboral completa), relacionada con el ciclo formativo en el que estés matriculado/a. Esta experiencia laboral debe garantizar que has alcanzado los resultados de aprendizaje del módulo FCT recogidos en el Real Decreto (RD) del título en el que estés.
Zamora es un municipio y ciudad española ubicada entre el centro y el noroeste de la península ibérica, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla y León,[12] cerca de la frontera con Portugal y a una altitud de 652 metros sobre el nivel del mar.[14]
El casco antiguo de la ciudad tiene la calificación de conjunto histórico-artístico desde 1973.[16] El núcleo principal del mismo —con una disposición muy alargada y en buena parte circundado por murallas— se alza sobre una amplia meseta rocosa (la «peña tajada» de la que habla el Romancero Viejo) de 26 a 32 metros de altura, emplazada al borde del río Duero, que la ciñe por el sur. Estas características le valieron el sobrenombre de «la bien cercada».[18]
Cuenta con 59 475 habitantes (INE 2022), en un término municipal de 149,28 km².[20] Dista 66 km de Salamanca, 122 de León,[22] 93 de Valladolid, 253 de Madrid y 101 de la capital del distrito luso vecino, Braganza, así como 55 de la localidad fronteriza de Miranda de Duero.[23]
Sobresale su conjunto de edificios románicos, formado por los 23 templos del término municipal y las 14 iglesias del casco histórico, datos que sitúan a Zamora como la ciudad de mayor número y calidad de templos románicos de Europa, habiéndose solicitado su declaración como Patrimonio Europeo.[25] Este patrimonio románico consta, además de la catedral (que presenta un cimborrio con decoración exterior de escamas), de otras veinticuatro iglesias, un castillo, murallas, un puente, dos palacios y nueve casas, razón por la cual Zamora está considerada «la ciudad del Románico». Un total de quince templos están declarados Bien de Interés Cultural, incluidos algunos de estilos posteriores.[27] Por otro lado, es asimismo significativo su conjunto de edificios modernistas (diecinueve en total),[29] el único de la España interior junto con el de Teruel. Entre sus festividades sobresale la celebración de la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional,[31] y Bien de Interés Cultural.
La ciudad alberga instituciones autonómicas e internacionales, tales como el Museo Etnográfico de Castilla y León, el Consejo Consultivo de Castilla y León[34] y la organización de cooperación hispano-lusa Fundación Rei Afonso Henriques (FRAH).
Fue la primera ciudad del mundo con cobertura global WiFi, recibiendo el proyecto, llamado «Zamora Hot City», el «Nobel» de la informática, el Computerworld Honors, aunque el servicio dejaba mucho que desear y acabó por desaparecer, dejando sin conexión a unos 1500 usuarios.
Aún hoy en día no hay unanimidad entre los filólogos sobre el origen del topónimo que da nombre a la ciudad de Zamora. Para unos, su primera denominación sería romana, siendo citada en el Itinerario de Antonino con el nombre Ocellum Duri («Los Ojos del Duero»), del que, por una especie de acrónimo (ce-m-uri), resultaría el nombre actual. Su origen, por tanto, se vincula con las clásicas mansiones que flanqueaban las calzadas romanas de la época, en este caso la Vía de la Plata. En 569, en plena época visigoda, aparece citado el enclave con el nombre de Semure, pasando a denominarse Azemur (oliva silvestre) o سمورة Samura durante la dominación musulmana. Después de la Reconquista, en torno al año 754, por parte del rey Alfonso I de Asturias y tras ser reconstruida y repoblada por el rey Fernando I de León (1010-1065) en el siglo XI, pasa a denominarse Zamora.[37]
La ciudad de Zamora ostenta el título de «Muy noble y leal», según le fue otorgado por el rey Enrique IV de Castilla, mediante privilegios del 20 de junio y el 1 de julio de 1465 y 9 de marzo de 1466. El Ayuntamiento, con título de «excelentísimo», recibe en su designación personal el tratamiento de «excelencia».[40]
La bandera de la ciudad de Zamora, conocida como la Seña Bermeja, y que también lo es de la provincia, se compone de ocho tiras rojas que representan las ocho victorias obtenidas por Viriato sobre diversos pretores y cónsules romanos, y una banda verde esmeralda; banda que Fernando V de Castilla colgaba sobre su hombro y que colocó coronando la Seña Bermeja, en recompensa y reconocimiento de los auxilios prestados en la batalla de Toro, que tuvo lugar en la vega de Toro, cerca de Peleagonzalo, en marzo de 1476, ordenando escribir a su cronista los siguientes versos:
El conde de Alba de Liste como alférez mayor ostentaba tradicionalmente el privilegio de portar la bandera de la ciudad:
El escudo de la ciudad consta de dos cuarteles:
El término municipal de Zamora tiene una extensión de 149,28 km². Es la capital de provincia situada a menos altitud de la Meseta Norte y también es capital de la provincia homónima y pertenece a la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Se ubica en el curso medio del río Duero, con una configuración longitudinal a lo largo del mismo, en la extensa región que forma la Meseta Norte, la parte de la Meseta Central situada al septentrión del sistema Central, en la zona noroeste de la península ibérica. Presenta un paisaje llano, y con escasa vegetación a causa de su clima mediterráneo con rasgos de continentalidad.
La parte oriental está sobre la vega del río y actúa como frontera con las comarcas de Tierra del Pan y Tierra del Vino, situadas al norte y al sur respectivamente. La parte occidental es por donde se separa del río hacia el norte y actúa de frontera con las comarcas de Tierra de Alba y de Sayago.
El núcleo principal del casco urbano —con una disposición muy alargada y en buena parte rodeado por murallas— se alza sobre una amplia meseta rocosa (la «peña tajada» de la que habla el Romancero Viejo) de 26 a 32 metros de altura, emplazada al borde del río Duero, que la ciñe por el sur, características que le valieron el sobrenombre de «la bien cercada». La altitud es de 652,6 m sobre el nivel del mar.
En el término municipal existen dos zonas claramente diferenciadas. La primera de ellas es la constituida por las vegas de los ríos Duero y Valderaduey, situadas al este. Apenas tienen relieve, manteniéndose en torno a la cota de 630 m s. n. m., con la excepción de la meseta rocosa conocida como Las Peñas de Santa Marta, con bordes de cierta pendiente y en la que la cota asciende a los 650 metros. En esta meseta, encuadrada entre el Duero y el cauce antiguo del Valderaduey, fue donde se asentaron los primeros pobladores de la ciudad.
La otra es la constituida por las tierras altas y las llanuras áridas de la meseta. Van creciendo ligeramente en altura según nos desplazamos hacia el oeste, pasando de los 650 m s. n. m. en las Terrazas de San Lázaro a los 800 en el extremo occidental del término, en las cercanías ya de la presa de Ricobayo. Al sur del Duero forman un continuo desde el fin de las zonas de vega hasta Carrascal, dividido por el Vallejo del arroyo de la Fresneda. En esta zona aparecen montes con laderas de pendiente pronunciada, entre los que destacan Cabeza Falcón (719 m), sobre el arroyo del Zape; Vuelo Grande (734 m), sobre el arroyo de la Fresneda; las Tres Rayas (741 m), sobre el Duero; y el Monte de las Víboras (825 m) sobre los bordes de la presa de Ricobayo, que constituye el punto más alto del municipio.
La red hidrográfica de Zamora tiene como eje vertebrador al río Duero, que atraviesa el municipio de este a oeste. Al él se incorporan sus afluentes Valderaduey y Esla, si bien este solo aparece en el límite oeste del término municipal (cola de la presa de Ricobayo). También forman parte de la red fluvial varios arroyos, aunque su importancia hidrológica es muy pequeña, siendo mayor su relevancia desde el punto de vista paisajístico. Entre ellos destacan el de Valderrey, La Fresneda, los dos sobre la margen derecha, y el del Zape sobre la izquierda. Por esta última van también el Arroyo Morisco y el de Rabiche, ambos de recorrido muy corto y en los que además la acción antrópica ha alterado su aspecto natural, asemejándolos más a acequias. La entrada del Duero al término municipal de Zamora está flanqueada por una vega grande de regadío que tiene una densa red de canales y acequias. Aguas abajo de la ciudad empieza el encajonamiento del río.
Las aguas subterráneas se concentran en la zona geológica de la Era Terciaria, debido a la alternancia de capas permeables y capas impermeables, originándose importantes acumulaciones de agua susceptible de ser aprovechada por pequeñas explotaciones agrícolas y ganaderas. Esta abundancia de acuíferos es especialmente intensa en la parte de contacto con los terrenos de la Era Paleozoica, generándose charcas en las cercanías de los arroyos de La Fresneda y del Zape, y existiendo también fuentes como la de la Salud, además de pozos de riego.
La Agenda 21 es un acuerdo tomado a nivel mundial que tiene como objetivo preservar el patrimonio de las ciudades dentro de un patrón denominado desarrollo sostenible.
Desde el año 2003, el Ayuntamiento de Zamora está trabajando en un sistema de gestión municipal de acuerdo con los contenidos y objetivos de dicha Agenda.
Desde el punto de vista de desarrollo sostenible Zamora se puede considerar una ciudad pequeña, poco industrializada, y donde las contaminaciones atmosférica y acústica son muy bajas, pero que presenta un envejecimiento acusado de la población debido a que las personas jóvenes emigran a ciudades más grandes que tengan mejores perspectivas laborales.
Por otra parte, han proliferado en los últimos años una serie de urbanizaciones de viviendas unifamiliares que ha provocado un incremento desmesurado de los recursos públicos para la prestación de los servicios públicos que se ofrecen a los habitantes.
Como objetivos prioritarios de la acción municipal figura la preservación de Patrimonio Cultural y Monumental de la ciudad por lo que se da prioridad a todas aquellas actuaciones urbanísticas que favorezcan tales objetivos. De estas actuaciones destaca la realización de una carretera de circunvalación a la ciudad que evite el tránsito de vehículos pesados por el interior del casco urbano.
Para concienciar a los ciudadanos de las bondades de los programas de desarrollo sostenible que se realizan, se desarrollan campañas informativas de cara a conseguir una mayor conciencia cívica de cara a mejorar la preservación del Patrimonio de la ciudad.
Manifiesto Local de sostenibilidad de la ciudad de Zamora:
En el término municipal se encuentran varias especies arbóreas y arbustivas, así como cultivos de secano en la penillanura y de regadío en las vegas de los cursos fluviales; es un territorio muy pobre desde el punto de vista productivo.
Entre las especies arbóreas destacan la encina, el pino piñonero y el quejigo. La zona donde más abundan es la oeste-noroeste, que es la de mayor altitud del municipio y por ello aquella en la que los árboles se ven menos afectados por los fenómenos de inversión térmica, además de ser un sector en el que la aridez es menor. Aquí aparecen también el alcornoque y el rebollo.
La encina es la especie más abundante en el término municipal, especialmente en la penillanura. Su importancia económica ha supuesto su pervivencia a lo largo del tiempo, aunque alterando su aspecto natural, siendo podada en forma de candelabro (lo que se conoce también como olivarla) con el fin de utilizar sus bellotas y su madera. Por otra parte, el aprovechamiento ganadero y el uso de los montes para cultivar y producir pastos han ido generando montes huecos y montes degradados.
El pino piñonero se encuentra en torno al arroyo de Fresneda formando un monte extenso aunque no muy tupido, asociado a la encina y con un denso matorral de jara y cantueso.
El quejigo tiene una importante presencia, localizándose en dehesas, terrenos de cultivo con árboles sueltos y también en algunos montes. Asimismo hay pequeñas cantidades de una especie alóctona, el pino de Alepo, empleado como árbol de repoblación en el valle de Valorio y en el del arroyo del Zape.
Por lo que se refiere a la vegetación de ribera, hay que señalar que en el Duero no se da el bosque galería, sino tan solo pequeñas masas de árboles, en especial choperas, en las que hay asimismo sauces y alisos. Por otro lado, en los arroyos y riachuelos de la penillanura destacan las fresnedas, en las que aparecen también alisos y chopos.
En cuanto al matorral, constituye la vegetación predominante en el municipio, y en algunas laderas pendientes hacia los ríos Duero y Esla es la única que hay. El carrascal es con mucho la formación arbustiva más destacada, gracias a su buena adaptación al frío, la aridez y los suelos pobres en nutrientes. También se da el jaral, que aparece en montes degradados y terrenos de cultivo agotados y abandonados.
En el entorno del río Duero existe una fauna acuática y ornitológica ligada a él y en las distintas dehesas existen varias explotaciones ganaderas de especies animales adaptadas al entorno.
El clima en el municipio se clasifica como clima estepario, con veranos cálidos e inviernos fríos. Al ser la ciudad con menos altitud de Castilla y León, las temperaturas son más altas que en el resto de la comunidad autónoma. Las lluvias son escasas y se concentran principalmente en la primavera y el otoño, habiendo por el contrario una sequía estival muy marcada. Como fenómeno meteorológico, son significativas las abundantes nieblas durante el invierno, causadas por la presencia de una masa de agua tan importante como es el Duero, que pueden ser persistentes durante días y que rebajan considerablemente la temperatura media.[48] De acuerdo con la clasificación climática de Köppen, Zamora se encuadra en la variante BSk,[50] es decir clima estepario frío, con una temperatura media anual inferior a 18 °C.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) tiene registrado en la estación meteorológica de Zamora los siguientes valores extremos mostrados en la tabla.
La ciudad fue fundada a inicios de la Edad del Bronce, siendo posteriormente ocupada durante la Edad de Hierro por el pueblo celta de los vacceos, que la denominaron Ocalam. El asentamiento inicial se produjo en la almendra delimitada por el Castillo y la costanilla de San Ildefonso, un emplazamiento estratégico al tratarse de una meseta rocosa defendida por el río Duero, en la que se ubicó un castro.
El poblamiento se mantuvo durante el Imperio romano. De hecho, con frecuencia se la ha identificado con la importante mansio y civitas de Ocelo Durii («Ojo del Duero»). Según algunos tal población correspondería en realidad con la actual Villalazán, doce kilómetros al este, también a orillas del Duero, y por la que transcurría la Vía de la Plata.[55]
Según otros estudiosos, en cambio, sí que se asentaría en Zamora capital. A pesar de que hasta ahora no hayan aparecido en la ciudad restos arqueológicos de entidad correspondientes a este periodo (lo que no descarta posibles sorpresas futuras si se hicieran más excavaciones, como ocurrió recientemente con el destacado yacimiento de cerámica musulmana hallado en el solar en el que se ubica la sede del Consejo Consultivo de Castilla y León), la toponimia sería un argumento en favor de la capital zamorana, ya que Okelo Duri originalmente significaba «peñasco prominente» (las Peñas de Santa Marta) y por otra parte en la orilla opuesta del río se sitúa el barrio de San Frontis, nombre de origen romano, sub frontis pontis, «por debajo del puente». Precisamente a esa altura del cauce estuvo en pie hasta 1310 el Puente Viejo o de Olivares, del que aún existen algunos restos visibles. Además existe un mapa tardorromano en el que aparece el término Okelo Duri que se correspondería con Zamora. A esta época corresponde Viriato, el «terror romanorum», que celebraba sus victorias sobre los romanos (ocho en total) arrancando un jirón de sus rojos estandartes y poniéndolo en su lanza, lo cual es precisamente el origen de la bandera de la ciudad (y de la provincia), la Seña Bermeja. Se le considera nacido en Torrefrades, pueblo de la comarca de Sayago o en la provincia de Huelva cuando aun se pensaba que el territorio de los lusitanos tenía otras fronteras y no estaba bien conocido, por lo que otros sitúan su origen en Portugal mismo hacia el Monte Herminius, en la sierra de la Estrella.
La primera referencia documental que se tiene de la ciudad aparece en el Parrochiale Suevum del año 569, en el que se la cita con el nombre de Senimure, incluida en la diócesis de Asturica, perteneciente al Reino Suevo. Así aparece también en unas acuñaciones de monedas de Sisebuto en el siglo posterior. Los nombres árabes de la ciudad fueron Azemur («olivar silvestre») y Semurah («ciudad de las turquesas»). El nombre actual parece proceder de una de estas dos últimas etapas, y es citado como tal en el Salmanticense como «una de las plazas recobradas por Alfonso I a los moros».
Durante la Edad Media, Zamora volvió a ser tomada y destruida por los musulmanes al mando del emir Mohamed y después reconquistada por los cristianos en el reinado del rey Alfonso II de Asturias, el Casto, siendo de nuevo fortificada. El rey Alfonso III de Asturias, el Magno la repobló con mozárabes toledanos en 893, rodeándola de murallas y dotándola incluso de palacios y baños, convirtiéndose, por su emplazamiento y características, en la ciudad fortaleza más importante de los reinos cristianos. La repoblación de la ciudad de Zamora fue descrita por Isa ibn Ahmad al-Razi de la siguiente forma: «dirigiose Alfonso hijo de Ordoño, rey de Galicia, a la ciudad de Zamora, la despoblada, y la construyó y la urbanizó, y la fortificó y pobló con cristianos, y restauró todos sus contornos. Sus constructores eran gente de Toledo, y sus defensas fueron erigidas a costa de un hombre agemí de entre ellos. Así, pues, desde aquel momento comenzó a florecer la ciudad, y sus poblados se fueron uniendo unos a otros, y las gentes de la frontera fueron a tomar sitio en ella».
El periodo comprendido entre los siglos X y XIII es el de mayor relevancia de Zamora dentro del contexto hispánico. La batalla de Simancas (939) dio a Ramiro II de León el control de los valles del Duero y del Tormes, convirtiéndose la capital zamorana (por su posición y su ventajoso emplazamiento, en lo alto de una meseta rocosa al borde del río) en una de las principales plazas fuertes que aseguraban la frontera. Su importancia fue decayendo sin embargo a partir de la batalla de las Navas de Tolosa (1212), que abrió el sur peninsular a los reinos cristianos, perdiendo con ello Zamora su trascendencia estratégica.
Zamora fue una de las plazas más importantes del Reino de León, del que formó parte. Además inició la etapa de mayor esplendor político, económico y arquitectónico. El paulatino desplazamiento de la frontera hacia el sur, del Duero al Tormes, favoreció este progreso, solo quebrado por las aceifas de Almanzor. Muhammad ibn ‘Abd-Allah ibn Abū ‘Āmir (en árabe محمد بن عبد أبو عامر ), llamado Al-Mansūr (المنصور) (españolizado Almanzor), el Victorioso, lanzó en 981 un primer ataque contra la ciudad, que fue arrasada. En 986 rompió hostilidades con el rey Bermudo II, atacando Coímbra al año siguiente (dejándola de tal manera que durante siete años estuvo desierta) y dirigiéndose contra el propio León en 988, destruyendo todo lo que encontraba a su paso. Bermudo se refugió en Zamora, pero nada pudo contener el avance enemigo. León, después de resistir cuatro días, fue asaltado, saqueado, incendiado y sus murallas destruidas, Zamora capituló y Bermudo hubo de huir a Galicia. En 997 Zamora volvió a sufrir la acción del musulmán, pues en su camino hacia Santiago de Compostela arrasó de nuevo la ciudad, además de León y Astorga.
«Zamora, la bien cercada» la llamó Fernando I de León, «el Magno». Este monarca la reconstruyó en 1055, la repobló con montañeses y amuralló nuevamente, para cedérsela luego a su hija Doña Urraca. Su posición privilegiada la hizo objeto de disputa entre los divididos reinos cristianos. Durante uno de los cercos a la ciudad sucedió un hecho notable que se perpetuó en el romancero español: la muerte por sorpresa, a manos del noble zamorano Vellido Dolfos, del rey Sancho II cuando este intentaba tomar la ciudad gobernada por su hermana. La posibilidad de que el inductor hubiera sido el principal beneficiado (el rey Alfonso VI, quien había sido encarcelado por Sancho II, su hermano), es la que, según los cantares de gesta, habría provocado que uno de los nobles castellanos presentes en el asedio, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, le hiciera jurar no haber participado en la muerte de su hermano (la jura de Santa Gadea, Burgos). Tanto el arrojo de Vellido como el atrevimiento de Rodrigo han pasado a ser tópicos literarios y hasta coloquiales, así como la bravura de la ciudad durante el asedio, inmortalizada en el dicho No se ganó Zamora en una hora. En el lugar en el que, según la tradición, fue asesinado el soberano Sancho II por Bellido Dolfos, se encuentra situado un tosco monumento rematado en cruz y denominado Cruz del Rey Don Sancho.
Otro hito en la historia de la ciudad fue la conferencia de paz entre el rey Alfonso VII de León y Alfonso I de Portugal. Como resultado, el 5 de octubre de 1143 fue reconocida la independencia del nuevo reino, que quedó reflejada en el Tratado de Zamora, que marca de manera oficial el nacimiento de Portugal como estado independiente. Alfonso VII reconoció como monarca a Afonso Henriques por su deseo de ser emperador y necesitar, por tanto, reyes que fueran sus vasallos, aunque una vez logrado el reconocimiento, el portugués siguió una línea de completa autonomía.
En 1208 el rey Alfonso IX de León otorgó a la ciudad de Zamora un fuero que incluyó lo que se considera su primera delimitación territorial. El término abarcó un área muy similar al actual, con la sola excepción de su lado occidental, en el que se señalan una serie de aldeas y lugares que posteriormente se despoblaron y se convirtieron en las actuales dehesas.
La importancia de Zamora entre las ciudades de la Corona de Castilla en la Baja Edad Media quedó manifestada por su voto en las Cortes de Castilla, condición que solo disfrutaban diecisiete (a las que posteriormente se añadió Granada). La extensión de la representación de los procuradores zamoranos era extraordinaria, pues incluía el territorio gallego, en el que ninguna ciudad tenía voto.
A principios de 1367, y durante la primera guerra civil castellana, la ciudad de Zamora se sumó definitivamente a la causa de Pedro I de Castilla y se convirtió en uno de sus más firmes bastiones durante el resto de la contienda, como señaló la historiadora María Concepción Castrillo Llamas.[62] Y tras la batalla de Montiel, que se libró en 1369, Enrique de Trastámara asesinó a su hermanastro Pedro I y comenzó a reinar en la Corona de Castilla con el nombre de Enrique II.[64] Pero tras el asesinato del rey, sus partidarios se hicieron fuertes en Zamora y las tropas de Enrique II asediaron la ciudad entre junio de 1369 y febrero de 1371,[66] siendo los líderes de la rebelión Fernando Alfonso de Valencia, que era uno de los nobles más notorios de Zamora y bisnieto de los reyes Alfonso X y Sancho IV de Castilla,[68] y el alcaide del castillo de Zamora, Alfonso López de Tejeda.
Y en una de las salidas que hicieron los sitiados, Fernando Alfonso de Valencia fue derrotado y hecho prisionero por Pedro Fernández de Velasco, que era el camarero mayor del rey Enrique II y el conductor del asedio junto con la reina Juana Manuel de Villena, esposa del monarca. Pero a pesar de la heroica resistencia de los zamoranos, la ciudad capituló y permitió la entrada de las tropas de Enrique II,[70] que la ocuparon el 26 de febrero de 1371, según consta en una carta en la que la reina Juana Manuel comunicó a su esposo la rendición de la ciudad.[71]
Sin embargo, el alcaide del castillo de Zamora, Alfonso López de Tejeda, no aceptó el acuerdo de capitulación y se propuso resistir en el interior de dicha fortaleza junto con su esposa, Inés Álvarez de Sotomayor, el hijo mayor de ambos, los principales nobles zamoranos y numerosos soldados.[69] Y la reina Juana Manuel, según afirmó el cronista portugués Fernão Lopes en el capítulo XLI de la Chronica de el-rei D. Fernando, amenazó a Alfonso López de Tejeda con matar a tres de sus hijos, que se encontraban en su poder, si no entregaba la fortaleza, aunque él se negó a rendirse y sus hijos, de los que dos eran niños y la restante una niña, fueron asesinados. Pero debido al hambre y a la peste que soportaban, y sabiendo que no recibirían ayuda de Portugal, una noche Alfonso López de Tejeda abandonó el castillo llevándose las llaves de la fortaleza.[72] Y viajando acompañado por su esposa, su hijo mayor y por algunos de sus soldados, se refugió en Portugal para desde allí continuar hostigando a las tropas de Enrique II.
Después de su apogeo en el siglo XII y conforme se desplazaba hacia el sur la frontera de la reconquista de la península por los reyes cristianos, Zamora fue perdiendo importancia estratégica, económica y social. Después del descubrimiento de América, muchos zamoranos se vieron obligados por la pobreza económica de la zona a emigrar al continente, especialmente a América del Sur donde se han fundado muchas otras ciudades con su mismo nombre.
A lo largo del siglo XVIII la ciudad vivió una fuerte recuperación, que se vio favorecida por la protección de que gozó por parte de la Corona, proceso que se vio interrumpido abruptamente por la invasión napoleónica. A comienzos de 1809, durante la Guerra de la Independencia, Zamora se levantó en armas frente a las tropas francesas de Lapisse, Maupetit y Soulignac. Los zamoranos salieron a su encuentro al puente de Villagodio, sobre el río Valderaduey, a tres kilómetros de la ciudad, donde trabaron con los franceses una sangrienta y desigual pelea que duró tanto como la luz del día; viéndose al fin en la necesidad de retirarse cerca del anochecer ante su situación de inferioridad manifiesta, tras contar con la pérdida de ciento treinta zamoranos muertos y doble número de heridos, no sin antes haber causado bastantes bajas en las filas enemigas. La temeraria hazaña es recordada mediante un obelisco conmemorativo, en el que figura la siguiente leyenda: «Los zamoranos de 1908 dedican esta inscripción a los héroes del 6 de enero de 1809. Este monumento fue erigido en 1819». La ocupación duró tres años, hasta 1812, y provocó además graves pérdidas al patrimonio artístico de la ciudad.
Los años que siguieron a la liberación fueron un periodo de decadencia y aislamiento. Las manufacturas estaban prácticamente limitadas a actividades meramente artesanales, siendo la industria propiamente dicha muy escasa. El comercio además era deficitario, vendiéndose al exterior tan solo cereales y vino. El traslado de la Capitanía General a Valladolid agravó aún más la situación, con el resultado de que en 1850 la población era de únicamente 9000 habitantes. La Desamortización supuso una convulsión que tuvo repercusiones en los campos de la economía, el urbanismo y el patrimonio artístico. A ese fenómeno se unió el abandono de la ciudad por parte de la nobleza.
Por otro lado, la división territorial de España en 1833 ratificó la definitiva capitalidad provincial de la ciudad de Zamora, clasificándola dentro de la Región Leonesa que, como todas las regiones españolas de la época, careció de competencias administrativas. Un año más tarde, la ciudad de Zamora fue de nuevo designada para ser cabeza del partido judicial homónimo.[74]
En la segunda mitad del XIX Zamora empieza a vivir un resurgir económico, que se acentúa en el final del siglo y el principio del XX, estimulado por una cierta industrialización, la llegada del ferrocarril en 1864, la electrificación, el desarrollo de la agricultura, en el que jugaron un importante papel los Círculos Agrícolas, la expansión del comercio y la construcción de nuevas carreteras así como de embalses en la provincia (los Saltos del Esla, especialmente).
Según las cifras oficiales del INE, la ciudad de Zamora cuenta con 59 475 habitantes a fecha de 1 de enero de 2022. El 47,34 % son varones y el 52,66 % mujeres. La diferencia a favor de las mujeres se inicia en el grupo de edad comprendida entre los 35 y 39 años, incrementándose de forma sensible este distanciamiento a partir de los 65 años, según muestra la pirámide de población.
Desde 1900 y hasta 1991, el municipio de Zamora creció de forma regular, aun en las fases en las que el conjunto de la provincia de Zamora perdió población. Desde 1900, la capital ha multiplicado el número de habitantes por 4,07 (de 16 287 habitantes en 1900 a 66 293 en 2009), mientras que la provincia ha perdido un 29 % de su población, al haber pasado de los 275 545 habitantes en 1900 a los 195 665 de 2009. A resultas de este doble proceso, la capital, que representaba solo el 5,9 % del total de la provincia de Zamora en 1900, acogía en 2009 al 33,9 % de sus habitantes. En los últimos veinte años el censo de la ciudad de Zamora ha estado prácticamente estacionado, con ligera tendencia al decrecimiento vegetativo.
Esta estructura de la población es típica en el régimen demográfico moderno, con una evolución hacia un envejecimiento de la población y una disminución de la natalidad anual.
A mediados del siglo XX se produjo un proceso emigratorio de toda la provincia en conjunto y también de la capital, que se canalizó hacia otras provincias y regiones más prósperas de España, como Cataluña, Comunidad de Madrid, el País Vasco o Valladolid, principalmente.
Del total de 66 293 personas censadas en 2009, 2686 eran extranjeros, lo que representa un 4,05 % del total, muy inferior a la tasa nacional. Los residentes extranjeros procedían de todos los continentes, siendo los de nacionalidad portuguesa (614), búlgara (409) y rumana (314), las colonias más numerosas.
El término municipal se asienta en un espacio de transición geológicamente hablando, con la cuenca sedimentaria del Duero al este y penillanuras rocosas al oeste. Este hecho ha condicionado tradicionalmente los usos del terreno, predominando la agricultura en el lado oriental y por el contrario en el occidental la ganadería. Sin embargo, también han influido factores de carácter histórico, que explican la presencia de montes y dehesas al oeste, justo en la zona en la que las condiciones naturales son más desfavorables, al tratarse de suelos ácidos, pobres en nutrientes y pedregosos.
La llanura sedimentaria se ha dedicado tradicionalmente a la agricultura de secano extensiva, predominantemente al cultivo de cereales, aunque en el valle del Valderaduey, el del Duero y en las campiñas al sur de este, se han introducido desde hace algunas décadas regadíos extensivos mediante el uso de canales de riego, derivaciones, y en menor medida pozos, aprovechando la buena calidad de los terrenos y su planitud.
Por su parte, la zona occidental, de peores características naturales, ha estado dominada por la tríada pasto, labor y monte, con la ganadería como centro. El bajo rendimiento del suelo imponía el recurso al barbecho y frecuentemente también a la rotación de cultivos, lo que se conoce como cultivo al tercio. Los montes de quercíneas (encinas y robles) jugaban un importante papel como complemento en la alimentación del ganado gracias a sus bellotas, aunque los montes en general de la zona carecen en la actualidad de la importancia que antaño tuvieron, encontrándose abandonados e invadidos por matorrales de jaras, degradados por los usos que han tenido durante siglos (cultivos, pastizales, rozas) o bien vallados y utilizados para explotaciones ganaderas extensivas.
En 2012 los terrenos dedicados a la agricultura suponen cerca de 10 000 hectáreas, en las que, entre otros, se cultivan alfalfa, maíz, forraje y productos de agricultura ecológica. En cuanto a la cabaña ganadera cuenta con 12 000 cabezas de ovino, 300 de vacuno y 2000 de porcino. El número de personas empleadas en el sector es de algo menos de un centenar.
La provincia de Zamora, incluida su capital, es una de las que tienen un tejido industrial más bajo de España, con lo cual la industria de la ciudad es poco significativa. Su reparto por actividades se muestra en la tabla adjunta de acuerdo con los datos del Anuario Económico de España de 2008 editado por La Caixa.
En la ciudad de Zamora hay una gran actividad comercial, representada tanto por el comercio mayorista como por el pequeño comercio tradicional especializado. También existe una extensa red de oficinas bancarias. Según el Anuario Económico de España 2008 de La Caixa, la actividad comercial en Zamora queda reflejada en los datos que muestra la tabla adjunta:
El principal eje comercial de la ciudad es la peatonal calle de Santa Clara. También fue muy relevante hasta principios del siglo XX la calle Balborraz, una de las más pintorescas de Zamora, en la que se concentraban gran cantidad de comercios y talleres artesanales, pero su pronunciada pendiente hizo que resultara inadecuada para los vehículos de motor, lo que provocó que fuera perdiendo importancia paulatinamente.
Zamora es considerada por tres de cada cuatro turistas que la visitan como una ciudad de paso, un complemento a otros destinos, y de hecho casi la mitad de ellos no llega a pernoctar en la ciudad. La mayoría del turismo es de tipo cultural (75 %), siendo las épocas de mayor afluencia la Semana Santa y el verano, mientras que el periodo de diciembre a febrero es el más bajo. La mayor llegada de visitantes se da los fines de semana. 8 de cada 10 turistas son nacionales, suponiendo los madrileños un 26,5 % del total, seguidos de vascos y catalanes. De los extranjeros la mayor parte son centroeuropeos y portugueses. La pernoctación media es de 1,68 noches, con un gasto que no supera los 100 €.[87]
Los establecimientos hoteleros de la ciudad, 34 en total, tienen una media de 60 plazas y 22 años de antigüedad, con una ocupación global anual de un 50 %. Se desglosan en un Parador de Turismo, cuatro hoteles de cuatro estrellas, tres de tres, cuatro de dos, ocho de una, trece pensiones y un cámping.
La ciudad de Zamora es la capital de la provincia del mismo nombre, estando ubicados en la ciudad todos los entes administrativos de ámbito provincial, tanto dependientes del gobierno autonómico como del Estado. Por parte de la Junta de Castilla y León hay una delegación territorial de cada una de las consejerías de Gobierno, coordinadas por un delegado. Por parte del Gobierno de España está la Subdelegación del Gobierno, que depende orgánicamente de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, ubicada en Valladolid. Asimismo se ubica en la ciudad la sede principal de la Diputación Provincial de Zamora, en el antiguo Hospital de la Encarnación. En el ámbito privado, y como consecuencia de esta capitalidad de provincia, muchas empresas y organismos tienen ubicadas sus sedes provinciales.
Como consecuencia de ser la ciudad de Zamora la capital de la provincia homónima, existen en la misma una serie de organismos estatales que gestionan las competencias que tienen los diversos ministerios de la Administración Estatal en la provincia. Entre estos organismos destacan los siguientes: Abogacía del Estado, Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), Centro de Inserción Social (cárcel), comisaría de Policía Nacional, Gerencia Territorial de Servicios Sociales, Jefatura Provincial de Tráfico, Registro Civil, Servicios Centrales de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), Servicio Público de Empleo Estatal (INEM), Subdelegación del Gobierno y Unidad de Carreteras del Estado.
Zamora es sede de dos instituciones de ámbito regional. Las dos primeras son el Museo Etnográfico de Castilla y León, el eje de cuyos fondos es la antigua colección de la Caja de Zamora (entidad hoy integrada en Caja España); y el Consejo Consultivo de Castilla y León, un edificio, proyecto del arquitecto vallisoletano Alberto Campo Baeza, construído en el solar que ocupaba antes el convento de las Adoratrices, enfrente de la catedral. La primera piedra se puso en octubre de 2007 y se esperaba que estuviese concluido en agosto de 2009, pero la aparición de importantes restos arqueológicos supuso un retraso de al menos un año.
La Diputación Provincial de Zamora, ocupa diversos edificios, tanto en la capital como en el resto de la provincia. Los principales son dos ubicados en la propia Zamora: el antiguo Hospital de la Encarnación, que acoge la sede de la institución; y el antiguo Palacio Provincial, que alberga hoy en día dependencias administrativas. Su presidente es, desde 2023, Javier Faúndez Domínguez (PP).[93]
La administración política de carácter local la lleva a cabo el Ayuntamiento, cuyos miembros son elegidos democráticamente cada cuatro años mediante sufragio universal. En dichas elecciones pueden participar los residentes empadronados en la ciudad mayores de 18 años y nacionales de España y de los otros países miembros de la Unión Europea. Estos últimos, desde la reforma de la Constitución Española de 27 de agosto de 1992, pueden ser sujeto de sufragio no solo activo, sino también pasivo, es decir, pueden no solo votar sino también ser votados. Según lo dispuesto en la Ley del Régimen Electoral General, que establece el número de concejales elegibles en función de la población del municipio, la Corporación Municipal de Zamora está formada por 25 concejales. En las elecciones municipales celebradas en 2015, la constitución del Ayuntamiento fue de 10 concejales pertenecientes al Partido Popular (PP), 8 a Izquierda Unida (IU), 3 al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), 2 a Ciudadanos (Cs) y otros 2 al grupo mixto tras su salida del PSOE. Como consecuencia de dichos resultados el Pleno Municipal eligió alcalde por cuatro años a Francisco Guarido, de Izquierda Unida, tras recibir el apoyo del PSOE y los dos independientes.[95] De esta forma, Zamora es desde 2015 la única capital de provincia española con un alcalde de Izquierda Unida.[97]
El Ayuntamiento contaba en 2020 con un presupuesto de 59 014 326,17 € y la deuda viva municipal por habitante en 2014 se situó en los 254,83 €.[99]
La ciudad de Zamora está dividida en varios barrios, siendo los más importantes: Centro Ciudad (14 600), Candelaria (8400), Los Bloques (7100) y San Lázaro (6100). La relación completa es: Alviar, Arenales, barriada de Asturias, Los Bloques, Cabañales, La Candelaria, Carrascal de Duero, Centro o Casco Antiguo, La Horta, La Lana, Las Llamas, Olivares, Pantoja, Peña Trevinca, Pinilla, Rabiche, San Frontis, San Isidro, Espíritu Santo y Obelisco, San José Obrero, San Lázaro, El Sepulcro, Villagodio y Las Viñas. Los barrios que se encuentran en la ribera izquierda del Duero son los siguientes: Cabañales y Pinilla, San Frontis y El Sepulcro, con una población de 4131 personas, que representa el 6,2 % de la población de la ciudad.
Según un estudio elaborado en 2005 por el Departamento de Sociología y Comunicación de la Universidad de Salamanca para el Ayuntamiento de Zamora, que analizó en cada barrio el nivel de estudios, el empleo, la situación de la vivienda y el entorno de la misma (zonas verdes, contaminación, delincuencia, equipamientos, etc.) los que presentan mejores indicadores son Centro, La Candelaria, Pantoja y Peña Trevinca y los peores Alviar, San Frontis, Olivares y Cabañales. En conjunto la ciudad obtiene un resultado mediocre, 52 puntos sobre 100, con los valores extremos de 62 puntos para la zona centro y 26 para Alviar.
La Administración Judicial que existe Zamora está compuesta de la organización propia de ser Audiencia Provincial y a la vez cabeza del partido judicial número 2 de la provincia de Zamora, que abarca la jurisdicción de la capital más 109 pueblos. La estructura de juzgados y tribunales es la siguiente:
El arciprestazgo de Zamora-Ciudad se divide en 18 parroquias: Carrascal (129 habitantes); Cristo Rey (8581); Espíritu Santo (808); María Auxiliadora (3534); La Natividad de Nuestra Señora (1312); Nuestra Señora de Lourdes (7572); Nuestra Señora del Pilar (131); San Benito (2826); San Claudio de Olivares (808); San Frontis (6058); San Ildefonso (1515); San José Obrero (5552); San Juan (1515); San Lázaro (8076); San Lorenzo (5048); San Torcuato (5300); San Vicente Mártir (4190); y Santa María de la Horta (3183).
La ciudad es sede de una institución internacional, la organización de cooperación hispano-lusa Fundación Rei Afonso Henriques (FRAH), cuya cosede portuguesa está en Braganza. Esta fundación, creada el 7 de febrero de 1994 y centrada en el ámbito de la cuenca del Duero, tiene su sede en el antiguo convento de San Francisco.
El periodo comprendido entre los siglos X y XIII es el de mayor esplendor político y económico de Zamora, lo cual tuvo también su reflejo en el campo arquitectónico. El XI en concreto está considerado como el «siglo de oro» de la ciudad, y las décadas finales del mismo y las primeras del posterior constituyen la época de mayor importancia, cualitativa y cuantitativa, del arte zamorano. El resultado de estos factores históricos es un extraordinario conjunto de arte románico, el más nutrido de España y uno de los más importantes de toda Europa.
El edificio más significativo de la ciudad es la Santa Iglesia Catedral del Salvador catedral de Zamora, que data del siglo XII. Es un edificio muy sencillo en sus formas. Tiene planta de cruz latina, tres naves de cuatro tramos y tres ábsides que fueron sustituidos por una cabecera gótica en el siglo XVI.
La cúpula es, con su decoración exterior de escamas, el elemento más destacado del templo y un auténtico símbolo de la ciudad. De «obra genial sin paralelo en la arquitectura medieval» la calificó el historiador José Ángel Rivera de las Heras, quien añade que se convirtió en «cabeza de serie de obras semejantes en la Catedral Vieja de Salamanca, la Colegiata de Toro o la sala capitular de la seo de Plasencia».
Cuatro han sido los retablos mayores que ha tenido. El original románico fue sustituido por uno de estilo gótico hispano-flamenco, realizado por el pintor Fernando Gallego y su taller entre 1490 y 1494. Este a su vez fue vendido en 1715 a la parroquia del cercano pueblo de Arcenillas. Se desconoce cuántas tablas lo integraban, aunque se sabe que eran al menos 35. Con la desamortización 19 fueron a parar a manos del ejecutor de la misma en la zona, Manuel Ruiz-Zorrilla, dos de cuyos descendientes donaron en 1925 al Obispado las dos que se exhiben en el Museo Catedralicio: Pentecostés y Noli me tangere.
El sustituto del retablo gótico fue un altar barroco del escultor Joaquín Benito Churriguera, de efímera vida, puesto que sufrió daños por el terremoto que el 1 de noviembre de 1755 arrasó Lisboa y a consecuencia de ello fue desmontado en 1758, siendo malvendido al año siguiente, desapareciendo con ello la que según los datos que se conocen constituyó la obra cumbre de su autor. Lo sustituyó el actual, de mármoles y bronce dorado, diseñado en estilo neoclásico por Ventura Rodríguez.
Ya antes de las tablas del altar mayor, la catedral había encargado a Gallego otro retablo para la capilla de San Ildefonso a finales de la década de 1470 (este conservado in situ) y que está considerado como la obra más temprana de cuantas se conservan del pintor.
Debe destacarse también el coro, que fue construido entre 1512 y 1516 por Juan de Bruselas.
En uno de los laterales de la catedral se encuentra el Museo Catedralicio, en el que destaca una extraordinaria colección de tapices franco-flamencos de los siglos XV al XVII, siendo los más sobresalientes los de la serie dedicada a la Guerra de Troya.
En la ciudad hay censadas además de la catedral un total de veintidós iglesias románicas, desde el siglo XI al XIII, entre las que destacan las siguientes:
La iglesia del Espíritu Santo, ubicada en un barrio a las afueras conocido en tiempos como «pobla Sancti Spiritu» y que tenía un fuero especial, la iglesia del Santo Sepulcro, San Frontis -las dos últimas en la margen izquierda- y San Leonardo, son otros de los templos que completan la extensa relación de edificios monumentales románicos de Zamora.
Otros templos destacables, de estilos posteriores, son:
La provincia de Zamora cuenta con 223 santuarios y ermitas, de los que 108 pertenecen a la diócesis de Zamora y el resto a la de Astorga. La ciudad de Zamora, capital de la diócesis a la que da su nombre, cuenta en su término municipal con seis ermitas: Carmen del Camino o Carmen Extramuros, Cristo de Valderrey, Cristo de la Salud, Nuestra Señora de la Peña de Francia, Nuestra Señora de la Consolación y Nuestra Señora de los Remedios, así como restos de otras ermitas como la de San Roque, la de La Cruz y la de Valcabadino.[115] Desaparecida está la ermita de San Atilano, que fue la hospedería donde ocurrió el ‘milagro del anillo’ (a comienzos del siglo XXI el área se encuentra parcialmente ocupada por el Cementerio San Atilano).
Aunque este apartado es menos conocido que el anterior, también cuenta con ejemplos destacables, entre ellos:
En la ciudad de Zamora se tiene noticia de una serie de construcciones históricas de cierta entidad, desaparecidas en la actualidad, de las que las más significativas son las siguientes:
La creación, conservación y restauración de espacios verdes y jardines es un servicio público normalmente prestado al ciudadano por el ayuntamiento. En la ciudad de Zamora, tradicionalmente fue una función que no dispuso de una gestión propia e independiente en la organización municipal, hasta que en 1995 el Ayuntamiento creó la actual concejalía de Medio Ambiente y Urbanismo, a la que adscribió el servicio de Parques y Jardines.[132]
Con la finalidad de optimizar la gestión del servicio de parques y jardines, los responsables del departamento municipal promovieron la gestión mixta del mismo, de forma que en torno al 30 % de las zonas verdes fuera atendida por una empresa adjudicataria del correspondiente contrato administrativo de servicios. En 2003 la empresa adjudicataria fue la U.T.E. Zamora Verde y en 2007 el Grupo Raga S.A.[134]
En 2007 hay en el municipio un total de 1 377 382,58 m² de zonas verdes, repartidas en aproximadamente 200 jardines por toda la ciudad, siendo su tipología la siguiente: zonas forestales (58,10 %), zonas de ribera (27,59 %) y parques y jardines (14,31 %), lo que supone un total de 20 m² por habitante, tasa muy superior a la media española y situada en la media europea.
Las principales zonas verdes de la ciudad son: Riberas del río Duero, Parque del Consejo de Europa, Parque periurbano de Valorio, Parque de la Marina Española, Parque del Castillo, Parque de León Felipe, Parque de Puerta Nueva y Parque del Norte.
El río Duero conforma a su paso por la ciudad un corredor verde de cinco kilómetros de longitud, tanto en lo vegetal, con vegetación de ribera, integrada principalmente por álamos y chopos, como en lo faunístico, con aves y especies acuáticas ligadas a él. En el cauce hay una serie de islas, de las cuales dos son visitables peatonalmente en épocas de estiaje.
En cuanto a elementos creados por el hombre, existen varios azudes históricos, que sirven para el remanso de las aguas y para alimentar varios grupos de aceñas ubicados en ambas orillas. Son en total siete los grupos de aceñas que subsisten, como las de Cabañales o de Requejo, las de Pinilla o del Cabildo, las de Gijón, las de Los Pisones y las de Olivares. De entre ellas, las primeras fueron reconstruidas hace unos años, aunque en la actualidad no tienen ningún uso. En el futuro se prevé instalar en ellas un centro de interpretación transnacional (español y portugués) de las Riberas del Duero,[137] mientras que las de Olivares albergan el Centro de Interpretación de las Industrias Tradicionales del Agua.
Por otro lado, hay sobre el río cinco puentes: puente de Piedra, puente de Hierro, puente del Ferrocarril, puente de los Tres Árboles y el puente de la Autovía Ruta de la Plata (A-66), más un sexto que se inauguró en 2013, diseñado por el ingeniero Javier Manterola (el puente de los Poetas).[136]
El urbanismo moderno de Zamora puede considerarse que empieza en 1920 cuando, por Real Decreto, se realizó el saneamiento del Casco Antiguo, ya que hasta entonces la ciudad carecía de las medidas mínimas de seguridad higiénica pública.
Zamora inició un despegue económico por esas fechas con la ubicación de nuevas empresas del sector harinero y el tendido de las líneas ferroviarias Astorga-Salamanca y Zamora-Medina del Campo. Estos hechos originaron un nuevo desarrollo urbano que dio lugar al Ensanche, con edificaciones de estilo modernista desde Renova hasta San Torcuato y Santa Clara.
En 1940 se elaboró el Proyecto de Ensanche de Zamora, que pretendía conformar un conjunto urbano manteniendo la expansión a lo largo de un eje que parte de la Catedral. Este plan pretendía absorber el crecimiento de población que pudiera tener la ciudad en los siguientes cincuenta años. El viario que trazó se adecuaba a las vías existentes, siguiendo un trazado de rondas y vías radiales. Se estableció una zona de edificación de cuatro plantas en las calles más importantes, con alturas de 16 metros o más y alturas menores en las calles secundarias, donde se ubicaron también los almacenes y talleres. Los edificios públicos que se construyeron se ubicaron en las plazas y en espacios con visualizaciones más amplias.
En 1949 se redactó el Plan General de Ordenación, que sería modificado varias veces a lo largo de su vigencia. Este Plan sustituyó a las anteriores normas urbanísticas, pero dio cierta continuidad a las mismas. Lo más importante de él es la habilitación y urbanización de los terrenos donde se construiría la Universidad Laboral, como adaptación de las Escuelas Salesianas de San José. El Plan estuvo vigente hasta 1973 y durante este periodo se dio un gran impulso a la edificación de viviendas sociales.
En 1973 se aprobó un nuevo Plan General de Ordenación Urbana, para dar respuesta a una serie de demandas de la ciudad. Pero la realidad del nuevo desarrollo urbano poco tuvo que ver con lo planificado, ya que las nuevas edificaciones se concentraron en las zonas más especulativas de la ciudad, tales como la zona más moderna del Casco y del Ensanche de principios de siglo. El Plan preveía la ejecución de un nuevo puente sobre el Duero y no consideraba prioritaria la creación de polígonos industriales.
En 1986 se aprobó un nuevo PGOU para adecuar el anterior a la Ley del Suelo de 1975 y corregir los efectos negativos que había generado como consecuencia de centrar sus actuaciones en las zonas más especulativas de la ciudad, provocando el abandono de las zonas más marginales, entre ellas el Casco Antiguo, con un envejecimiento muy grande de su población.
En 2001 se aprobó una reforma del Plan de 1986, para adecuarlo a la Legislación estatal y autonómica que se había ido elaborando relativa a la materia, así como para promover y planificar nuevas zonas de desarrollo urbano residencial y de servicios.
En marzo de 2009, el Pleno del Ayuntamiento acordó la tramitación y aprobación inicial de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana para adaptarlo al reglamento de Urbanismo de Castilla y León. Prevé la construcción de un nuevo puente, un auditorio, así como diversas pistas deportivas. Este documento ha sido redactado por el Instituto de Urbanística de la Universidad de Valladolid. El nuevo Plan fue aprobado de manera definitiva por la Junta de Castilla y León el 25 de febrero de 2011 y ratificado por el Pleno del Ayuntamiento el 30 de junio del mismo año. El 21 de julio el Boletín Oficial de Castilla y León publicó su aprobación, entrando en vigor al día siguiente, culminando así un proceso que duró cuatro años.[140][142]
La educación en Zamora, como en el resto de la región, depende de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, tanto para los estudios universitarios como en los no universitarios. Se calcula que en el curso académico 2006-2007 el total de estudiantes no universitarios fue de 12 471, en un total de 41 centros de enseñanza, siendo el total de profesores de 1267.[144]
Zamora cuenta con una Escuela Oficial de Idiomas, centro oficial dependiente de la Junta de Castilla y León que fue creado en el curso 1987-88 y que forma parte de una red de centros repartida por todo el país, cuyas enseñanzas tienen carácter especializado y no obligatorio. Imparte enseñanzas de inglés, francés, alemán, italiano, portugués y español para extranjeros.[149]
La Universidad Laboral de Zamora fue una de las 21 que se construyeron en diversas ciudades de España, destinadas a la formación de los hijos de trabajadores afiliados a mutualidades laborales. Las universidades laborales surgieron en 1946 tras el viaje que efectuaron a la localidad asturiana de Mieres el ministro de Trabajo José Antonio Girón y el subsecretario del Ministerio, el zamorano Carlos Pinilla, para asistir al sepelio de los fallecidos en un accidente minero causado por el bajo nivel formativo de los trabajadores. Precisamente la primera que se crearía sería la de Zamora y la siguiente la de Asturias, la Universidad Laboral de Gijón.
Las obras de construcción del edificio comenzaron en 1948 y concluyeron en 1952, excepto el teatro, que no estuvo listo hasta 1957. Para cubrir el suministro de alimentos se compraron los terrenos de la futura escuela de capacitación agraria Granja Florencia y se construyó además el vecino convento anexo de las Claras.
Las actividades educativas comenzaron el 11 de febrero de 1953, a cargo de la Congregación Religiosa de los Salesianos, con la que el patronato había firmado un convenio en 1952. La mayor parte de los alumnos, todos varones, eran externos provenientes de pueblos de la provincia de Zamora, aunque también había internos, en parte originarios de otras provincias españolas, y su extracción social eran las clases medias y bajas, tratándose por lo general de familias numerosas con progenitores carentes de estudios.
En 1959 se promulgó la Ley de Universidades Laborales, lo que supuso que estas entidades pasaran a depender del Ministerio de Trabajo y perdieran la autonomía en la gestión que tenían anteriormente como entidades privadas de carácter benéfico-docente. Esta modificación tuvo efecto a partir del 15 de julio de 1960 y supuso también un cambio en su denominación, que pasó de Escuelas Profesionales de la Fundación San José a Universidad Laboral San José de Zamora. En 1966 pasó a ocupar además las instalaciones que se habían construido en 1954 como Universidad Laboral Femenina Nuestra Señora De las Mercedes, que recibieron la nueva denominación de Colegio Rey Fernando (al edificio que ocupaba previamente se le asignó el nombre de Colegio Don Bosco). En 1972 las universidades laborales se integraron en el régimen académico de la Ley General de Educación y en 1980 los salesianos cesaron sus actividades docentes, pasando a ser un centro de enseñanzas integradas (CEI) (bachillerato, formación profesional e ingeniería técnica industrial), manteniendo el sobrenombre de Universidad Laboral. En 1996 se convierte en Instituto de Educación Secundaria (IES), del que en 2002 se segregó el Colegio Rey Fernando, que se convirtió en un centro de formación profesional.
Dependiente de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, fue fundada en 1983 como Escuela de Artes y Oficios de Zamora y tuvo su sede inicial en la planta baja del antiguo Palacio de la Diputación. En 1988 fue trasladada al Castillo, cambiando también su denominación a Escuela de Arte. Finalmente en 2006 se mudó a su nueva sede, la antigua Escuela Normal de Magisterio Primario de Zamora, y recibió su nombre actual.
Zamora no cuenta con universidad propia. Sin embargo es posible seguir estudios universitarios en la ciudad en dos centros:
Para los servicios de Atención Primaria la ciudad dispone de cuatro Centros de Salud: el Parada del Molino, Santa Elena, Virgen de la Concha y Puerta Nueva.
Existen actualmente en servicio dos clínicas privadas denominadas Centro Médico Zamora, del grupo Agbar, y Hospital Recoletas, del Grupo Recoletas; y dos hospitales de carácter público gestionados por el Sacyl. El más importante de ellos es el Complejo Hospitalario Virgen de la Concha, el cual anda en trámites de convertirse en Hospital Universitario dependiente de la Universidad de Salamanca, siendo el otro el Hospital Provincial Rodríguez Chamorro.
En el Complejo Hospitalario Virgen de la Concha se prestan una amplia gama de servicios hospitalarios, desviándose a los centros hospitalarios de Salamanca y Valladolid a aquellos enfermos para los que no cuenta con los medios oportunos. Su estructura física actual es de 329 camas, 5 quirófanos, 47 consultas y dos secciones de hospital de día, entre otros servicios.
El Hospital Provincial Rodríguez Chamorro tiene la consideración de Hospital General. Dispone de 139 camas y cuenta con varios servicios especializados como rehabilitación, oftalmología, etc.
Por otro lado, desde la Concejalía de Bienestar Social y Salud Pública del Ayuntamiento se prestan los servicios relacionados con la sanidad animal, la sanidad ambiental y la salud pública para las actividades cuyas competencias estén atribuidas por Ley a las Corporaciones Locales. Estas competencias abarcan la Ordenanza Municipal sobre animales de compañía, el control de plagas, control sanitario de las aguas de consumo público, control sanitario de las aguas residuales y el control higiénico-sanitario de las piscinas municipales.
La concejalía de Bienestar Social y Salud Pública del Ayuntamiento tiene asignadas las competencias relacionadas con el sistema de acción social vigente en la ciudad, atendiendo a los colectivos infancia, juventud, mujer, discapacitados, desempleados, inmigrantes y tercera edad. Para ello cuenta con cuatro Centros de Atención Social (CEAS): Norte, Sur, Este y Oeste.
En Zamora, al igual que en el resto de la comunidad autónoma de Castilla y León, está operativo el sistema de Emergencias 112, que mediante dicho número de teléfono atiende cualquier situación de urgencias en materia sanitaria, extinción de incendios y salvamento, seguridad ciudadana y protección civil.
Para la seguridad ciudadana el municipio cuenta con una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, que se ubica en el edificio construido en 1940 como Jefatura de Carreteras, obra de Enrique Crespo. Este inmueble fue adaptado entre 1999 y 2003 para su nueva función según proyecto del estudio de arquitectos Matos&Castillo. Además está la Guardia Civil, que tiene en la ciudad un cuartel que es la sede de la Comandancia Provincial, la Policía Municipal de Zamora, con una plantilla de 108 agentes en 2009,[164] una sección local de Protección Civil, formada por voluntarios, y un parque de bomberos.
La electricidad que se consume en la capital llega mediante una línea de alta tensión, propiedad de Red Eléctrica Española (REE), procedente de la subestación eléctrica situada en la localidad vallisoletana de La Mudarra, que distribuye la energía eléctrica de toda la región del noroeste de España. La distribución de la electricidad en el municipio la realiza la empresa Iberdrola. La gestión del alumbrado público y los semáforos de la ciudad corre a cargo de la empresa privada Telvent, que pertenece a la sevillana Abengoa.[166] El consumo medio anual de electricidad en 2003 fue de 485 kilovatios-hora por habitante.
La red de gasolineras que hay en el municipio se surte mediante camiones cisternas que traen los productos de los depósitos reguladores que tiene la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) en la localidad vallisoletana de Santovenia de Pisuerga.
Se está implantando de forma progresiva el servicio de gas natural a empresas y viviendas. Por Zamora discurre el gasoducto que la empresa Enagás tiene para transportar el gas desde la bahía de Algeciras y Huelva al norte de España.
La gestión del agua potable en la ciudad de Zamora la realiza la empresa privada Aquagest S.A, perteneciente al grupo de empresas de la Sociedad General de Aguas de Barcelona (Grupo Agbar), que tiene una concesión administrativa por parte del Ayuntamiento.
El agua potable que se consume en la ciudad, proviene del río Duero. La captación del agua se hace en el lugar denominado Parque de las Pallas y mediante una estación de bombeo se eleva el agua a la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) situada en el Alto de los Curas, donde es potabilizada para el consumo humano. Después de los tratamientos de potabilización el agua se bombea hasta los depósitos municipales, situados en la carretera de La Hiniesta, y en ellos se almacena toda el agua que ha sido previamente potabilizada. A partir de ahí el agua cae por su propio peso, distribuyéndose de forma ramificada por todas las viviendas, comercios e industrias de la ciudad.
Una vez utilizada el agua en los diferentes usos de la misma es recogida en colectores y enviada a la estación depuradora de aguas residuales (EDAR). En este lugar se realiza el tratamiento de las aguas sucias y de sus fangos residuales. Una vez depuradas, las aguas revierten nuevamente al Duero, una vez pasada la ciudad. Una parte del agua depurada se lleva hasta el Bosque de Valorio para verterla en el arroyo que lo atraviesa.
Según datos del Ayuntamiento, cada zamorano genera un kilo de basuras diario, que son depositadas en un vertedero tras un proceso de selección para posibilitar su reciclaje.
Los residuos depositados en los contenedores ubicados en la vía pública son trasladados al Centro de Tratamiento de Residuos, situado en las afueras, junto a la carretera de Fermoselle. La empresa privada Zamora Limpia es la que gestiona la retirada y reciclado de los residuos sólidos urbanos, mediante una concesión administrativa del Ayuntamiento. El CTR es gestionado por un consorcio encabezado por la Diputación Provincial, del que forma parte también el Ayuntamiento. En este centro se depositan todas las basuras que genera la provincia. En él se clasifican y separan los diferentes residuos que llegan de contenedores no selectivos, para enviarlos a las plantas de reciclaje: plásticos de alta o baja densidad, metales, que son capturados con un potente electroimán, papeles, cartón y vidrio. La materia orgánica, una vez limpiada de residuos, se somete a un proceso de fermentación con el fin de obtener compost, que es utilizado como abono en la agricultura.
Para los residuos voluminosos, o especialmente tóxicos o contaminantes, que no se pueden depositar en los contenedores de las vías públicas, se dispone de un Punto Limpio en la carretera de la Aldehuela, al que llegan, entre otros objetos, colchones, muebles, textiles, electrodomésticos, medicamentos, aceites, baterías, aerosoles e incluso escombros (siempre que no sean grandes cantidades). La empresa concesionaria Zamora Limpia realiza la recogida domiciliaria de los mismos previo aviso. La mayor parte de los residuos que van al Punto Limpio son derivados a las diferentes plantas de reciclaje repartidas por la geografía nacional, para transformarlas de nuevo en materias primas.
El principal punto de abastecimiento de la ciudad es Mercazamora, instalación municipal ubicada en el polígono de Los Llanos que cuenta con 44 puestos para mayoristas de productos perecederos. El comercio al por mayor de carne, antes de los años 1980, se encontraba centralizado en el Matadero Municipal de Zamora.
La distribución minorista de alimentos consta de pequeños comercios, diversos supermercados de las principales cadenas nacionales y de empresarios locales, un Mercado Municipal de Abastos y dos centros comerciales, el Centro Comercial Vista Alegre,[173] en la avenida de Requejo, y el Centro Comercial Valderaduey, situado en la avenida del Cardenal Cisneros, que cuenta con un hipermercado que inicialmente era de Eroski y desde 2016 de Carrefour.[175]
El Mercado de Abastos de Zamora se empezó a construir en 1902 y se inauguró en 1904. Está situado en la plaza del Mercado y su diseño corresponde al arquitecto benaventano Segundo Viloria. Fue construido sobre un solar donde anteriormente estaba edificada la iglesia del Salvador, por lo que en sus inicios se le llamó Mercado del Salvador. El edificio es de planta rectangular y destaca por las amplias cerchas metálicas, las lamas de ventilación a lo largo de las fachadas laterales y los grandes arcos de ladrillo cerrados con vidrio de cada una de las dos entradas, lo cual le da una gran iluminación y monumentalidad al recinto.
La ciudad cuenta con dos autovías y otras tantas líneas de ferrocarril, una de las cuales pasará a ser de alta velocidad en 2012. En cuanto a transporte aéreo, en Zamora no existe ningún aeropuerto, siendo los más próximos los de Matacán en Salamanca, Villanubla en Valladolid, y Virgen del Camino en León.
Dos autovías pasan por la ciudad, en sentido este-oeste y norte-sur:
También está la carretera N-630 o Ruta de la Plata, que une la ciudad por el norte con Benavente, León y Asturias, separándose de la misma la N-631 en el embalse de Ricobayo con dirección a Mombuey, carretera muy frecuentada por los zamoranos pues es la ruta hacia el lago de Sanabria. Por el sur la N-630 comunica con Salamanca, Extremadura y Andalucía. Además hay otras carreteras secundarias que unen Zamora con Palencia pasando por Tierra de Campos, con Segovia por La Guareña y con Fermoselle y la frontera con Portugal por Sayago.
Las distancias indicadas a otras ciudades son partiendo de la plaza Mayor de Zamora y tomando las vías más rápidas según los datos de la Guía Repsol. Toro: 33 km, Villalpando: 50 km, Miranda de Duero: 55 km, Salamanca: 62 km, Benavente: 70 km, Valladolid: 88 km, Puebla de Sanabria: 115 km, Madrid: 253 km, Oporto: 264 km, Barcelona: 738 km o Sevilla 750 km.
El ratio automovilístico de Zamora es de un automóvil por cada 2,18 habitantes, cifra muy similar al provincial, que es de 2,15 habitantes por automóvil, según los datos del Anuario Económico de España 2009, elaborado por La Caixa. Existe un elevado parque de camiones y furgonetas a causa del gran número de transportistas de mercancías, que actúan como autónomos o en pequeñas empresas o cooperativas, y que supone un importante trasiego de estos vehículos por la ciudad. El total de vehículos de motor es de 41 554, distribuidos en 30 498 automóviles, 5940 camiones y furgonetas y 5116 pertenecientes a otras categorías.
Existe una red de ocho líneas de autobús urbano gestionada por SemuraBus. El servicio de autobús cuenta con tarifas más económicas para mayores, jóvenes y discapacitados. Ocasionalmente se ponen en servicio líneas especiales con motivo de diversos eventos, como los partidos de fútbol del Zamora CF. La empresa también es la encargada de la gestión del Tren Turístico que recorre el casco antiguo de la ciudad.[183]
La actual estación de autobuses, inaugurada en 1990, se ubica en el barrio de Las Viñas, muy próxima a la estación de ferrocarril. Las líneas que prestan servicio en ella atienden diversas localidades zamoranas, de otras provincias de Castilla y León, de otras comunidades (Madrid, País Vasco, La Rioja, Aragón y Cataluña) y también de Portugal. Tiene un tráfico de un millón y medio de viajeros al año. Actualmente está en proceso de reforma y reordenación de los espacios públicos, con un presupuesto de medio millón de euros.[185]
Por Zamora discurren dos líneas de ferrocarril, ambas soterradas en gran parte de su recorrido dentro de la ciudad. La primera une Medina del Campo (Valladolid) con Orense, sirviendo para enlazar con Madrid por un extremo y por el otro con varias ciudades gallegas como Vigo/Pontevedra y La Coruña. Por esta línea circulan los servicios regionales entre Valladolid y Puebla de Sanabria. Una segunda línea, que tuvo servicio de pasajeros hasta el 1 de enero de 1985, fue el ferrocarril Vía de la Plata, que cruzaba de norte a sur la península ibérica, desde Gijón hasta Sevilla. Aunque el tramo entre Astorga (León) y Plasencia (Cáceres) está cerrado desde entonces, hay una fuerte demanda para su reapertura.[187] También hubo hasta 2005 una línea que cubría el trayecto Zamora-Barcelona, una rama del Tren Estrella Pío Baroja, y que se cerró por su baja ocupación.[189]
La actual estación de tren se construyó entre 1935 y 1958, según proyecto del ingeniero Marcelino Enríquez, y sustituyó a una anterior de 1864. La primera piedra fue puesta por Niceto Alcalá Zamora, presidente de la República, mientras que la inauguración fue presidida por el general Franco. Su estilo arquitectónico es neoplateresco, siendo su fuente de inspiración más directa el Palacio de Monterrey en Salamanca, obra de Rodrigo Gil de Hontañón. Lo dilatado de su periodo de construcción fue debido, aparte de a las dificultades de la Posguerra, al hecho de que se cambió el proyecto sobre la marcha, derribándose su interior, ya construido para entonces, para conseguir ganar una planta adicional sin modificar su aspecto exterior. A título anecdótico hay que señalar que los retrasos que su edificación acumuló provocaron que en la ciudad fuera conocida como «La Raspa», porque se decía que «la estación de Zamora, larán, larán, larán».
En el año 2008 dieron comienzo las obras de construcción de la línea de alta velocidad, en su tramo Olmedo-Zamora, dentro de la línea Madrid-Galicia, con doble vía electrificada y ancho internacional. En diciembre de 2015 se inauguró la conexión de Zamora con Madrid, con un tiempo de viaje de una hora y media, mientras que en 2018 está previsto que entre en servicio una segunda estación en la provincia, la de Puebla de Sanabria.[191]
En 2008 se puso en marcha el alquiler de bicis, que se pueden recoger y devolver en doce puntos de la ciudad además de en otro situado en Morales del Vino.
Zamora tiene dos diarios de ámbito provincial, dos semanarios gratuitos (uno zamorano y otro con edición local) y un canal provincial de Televisión Digital Terrestre, aparte de los medios autonómicos y nacionales. En cuanto a radios, todas son cadenas nacionales, con mayor o menor contenido de programación local.
El periódico local zamorano es La Opinión-El Correo de Zamora. Este diario de ámbito provincial es el de mayor difusión de la provincia, con una media de 6800 ejemplares en 2008. En 1991 El Correo de Zamora, fundado en 1897, fue adquirido por la Editorial Prensa Ibérica, que había creado en 1990 La Opinión de Zamora, fusionando ambos diarios.
Además existió durante algunos años, hasta el cierre en mayo de 2013 de su empresa editora, la edición para Zamora del salmantino El Adelanto, que contaba con una delegación en la ciudad y que salía a la venta cada día con el nombre de El Adelanto de Zamora. También hay que señalar los semanarios gratuitos La Voz de Zamora y DGratis, que edita una edición local para Zamora.[195]
Aparte está Zamoradigital, que es actualmente el periódico exclusivamente digital más visitado de la provincia de Zamora y el segundo en valores absolutos tras La Opinión de Zamora. Su creación se remonta a 2008. En tan solo diez meses logró un incremento de sus visitas del 500 % hasta situarse por encima de las 70 000 visitas mensuales. Se actualiza varias veces al día y es completamente gratuito.
Por último, indicar que algunos periódicos de tirada nacional que se distribuyen en Zamora incluyen suplementos dedicados a Castilla y León, como ABC, El Mundo y El País.
Aparte de algunas pequeñas emisoras de ámbito local, en la ciudad se pueden sintonizar las principales cadenas de radio que operan a nivel estatal y regional, algunas de las cuales cuentan con espacios dedicados a la actualidad de Zamora en sus desconexiones: Radio Nacional de España, COPE, Cadena Ser, Onda Cero.
La emisora de televisión local es La 8 (antes CyL8), el canal provincial de Radio Televisión de Castilla y León, adjudicataria de la licencia de emisión de la Televisión Digital Terrestre autonómica en la comunidad autónoma de Castilla y León y que está participada a partes iguales por Televisión Castilla y León y Canal 4 Castilla y León, cadenas de televisión privada de ámbito autonómico que anteriormente emitían en sistema analógico en la comunidad.[199]
La ciudad de Zamora cuenta con los siguientes museos:
Los espacios culturales más importantes son los siguientes:
Las entidades culturales más destacables son las siguientes:
Existen una gran cantidad de asociaciones culturales de todo tipo en el Registro de Asociaciones del Ayuntamiento encuadradas en colectivos sociales, culturales, consumidores, deportivas, ecologistas, mujeres, profesionales y mayores.
Se ha confirmado que Zamora será sede de la fundación Las Edades del Hombre.
La Semana Santa zamorana está declarada de Interés Turístico Internacional desde el año 1986. Destaca por su sobriedad y disciplina, además de por el valor artístico y la antigüedad de varias de sus tallas, como el Cristo del Santísimo Espíritu Santo, que data del siglo XV. La Pasión zamorana cuenta también con grupos de Mariano Benlliure, Enrique Pérez Comendador, Quintín de la Torre o Hipólito Pérez Calvo, destacando por encima del resto la producción imaginera del zamorano Ramón Álvarez. Su duración es de algo más de una semana ya que comienza el Viernes de Dolores (el anterior al Domingo de Ramos) y culmina el Domingo de Resurrección.
Cuenta con cofradías de notable antigüedad, varias veces centenarias. La Santa Vera Cruz es la más antigua de la provincia. El documento más antiguo que se conserva de ella es de 1508, aunque se tiene conocimiento de su existencia ya en siglos anteriores. Las cofradías de la Santísima Resurrección, Nuestra Madre de las Angustias y la Cofradía del Santo Entierro datan del siglo XVI. En el siglo XVII se funda la Cofradía de Jesús Nazareno, vulgo Congregación.
Varios momentos de la Semana Santa de Zamora son especialmente memorables, como el canto del Oh, Jerusalén en la plaza de Santa Lucía todos los Lunes Santos o la ‘’Procesión del Silencio, que jura el silencio de la ciudad ante el Santísimo Cristo de las Injurias el Miércoles Santo. También el Miércoles Santo, «Las Capas Pardas» (Hermandad de Penitencia) recorren con la tradicional capa alistana las calles del casco antiguo, saliendo del barrio de Olivares, portando un farol y con el sonido de fondo de matracas y bombardino; y «Las Siete Palabras» porta consigo estandartes que recogen las que pronunció Jesús en la cruz. El Miserere cantado por el coro de la Hermandad de Jesús Yacente es el punto culminante de la procesión de la madrugada zamorana del Jueves al Viernes Santo. El momento más esperado por los zamoranos sucede a las 5 de la mañana del Viernes Santo, cuando la Cofradía de Jesús Nazareno, vulgo «Congregación» o «del 5 de copas», sale en procesión, precedida por el Merlú. Cabe destacar también la Marcha Fúnebre de Thalberg que comienza a tocarse en la procesión de Jesús Nazareno al levantarse el paso de El cinco de copas (nombre popular). Esta marcha procesional es todo un himno de la ciudad y de la Semana Santa en Zamora. Asimismo también es famosa en la ciudad la marcha fúnebre Mater Mea, que es tocada en casi todas las procesionescita requerida] y reconocida como una de las más típicas de la ciudad. Después, por la tarde, la Real Cofradía del Santo Entierro recorre sus calles con sus más de diez pasos, entre ellos el caballo de Longinos (o la lanzada), la famosa urna o la Virgen de los clavos.
En Semana Santa son muy típicas las almendras garrapiñadas, las aceitadas y las sopas de ajo, que se toman en la madrugada del Viernes Santo en las Tres Cruces, durante la estación o descanso de la Cofradía de Jesús Nazareno. El Domingo de Resurrección se toma el dos y pingada, que consiste en dos huevos fritos, dos o tres magras de cerdo pasadas por la sartén (la magra es el jamón serrano a medio curar, o incluso más fresco) y pan.
Zamora cuenta con nueve productos con Indicación Geográfica Protegida. De la calidad de los alimentos zamoranos puede dar buena muestra el hecho de que varias de las materias primas utilizadas en el famoso restaurante El Bulli procedan de la tierra. Las especialidades gastronómicas más relevantes son las siguientes:
Entre los platos de tapas más característicos entre los bares zamoranos se encuentra el pincho moruno, que se elabora con carne de ternera y puede estar condimentado en picante o sin él. Son muy populares también las perdices de mar y los tiberios (mejillones al vapor con pimentón). Es habitual también servir con bebidas alguna cazuela con callos, cachuelas o mollejas.
Zamora cuenta actualmente con un equipo en la Liga Femenina máxima categoría del baloncesto femenino, el Club Deportivo Zamarat, que logró el ascenso tras varios intentos en la temporada 2010/2011. Anteriormente, la ciudad había contado con dos equipos en la élite: el Club Deportivo de Frontón San Atilano y el Fútbol Sala Zamora (Arcebansa Chint Zamora), que consiguió el ascenso a la División de Honor de Fútbol Sala en la temporada 2008/2009, aunque descendió en la siguiente. Hasta ese momento Zamora había sido una de las pocas capitales de provincia de España que no habían tenido nunca un equipo en la máxima categoría nacional de ningún deporte.[229]
El Zamora CF juega en la Tercera División, mientras que el Club Deportivo Balonmano Zamora milita en la División de Honor de Balonmano, la primera categoría más importante de España.[231] También hay clubes federados que participan en competiciones nacionales o autonómicas de baloncesto, fútbol juvenil, balonmano y fútbol sala.
Las principales asociaciones deportivas de la ciudad son:
En cuanto a instalaciones, las más importantes son:
En abril de 2009, la ciudad francesa de Périgueux hizo una propuesta al Ayuntamiento de la ciudad para hermanarse con ella.
Para poder realizar el ciclo de grado superior de Realización de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos, puedes acceder si reúnes alguno de los siguientes requisitos:
También es posible acceder mediante una prueba de acceso a grado superior (para quienes no tengan alguno de los requisitos anteriores).
Haber superado alguna de estas dos pruebas de acceso:
Existen becas públicas y privadas.
Becas públicas:
Becas privadas.
Existen una gran cantidad de fundaciones que ofrecen becas para la realización de FPs Superiores, como pueden ser; La fundación Repsol, Petronor y otras muchas).
Un Ciclo de Grado Superior es un tipo de enseñanza del sistema educativo de Formación Profesional Español que se completa en 2 años académicos, y que se centra en enseñar a los estudiantes mediante unos estudios más prácticos que los universitarios, preparando a los alumnos de una forma más cualificada en la inserción al mundo laboral, gracias a una formación con prácticas más específicas orientadas a su futuro laboral.
Los estudios se realizan durante dos años, combinando las clases teóricas, con prácticas en clase, prácticas en empresas para poner en práctica todo lo aprendido y obtener la experiencia laboral práctica necesaria. Teniendo una duración total de 2.000 horas.Existe una gran oferta formativa para realizar un ciclo de grado superior, tanto en centros públicos como privados, disponiendo de una gran catidad de opciones para poder estudiar de forma presencial tanto con horario diurno como nocturno, o incluso online.
Los ciclos de grado superior están compuestos por una serie de módulos profesionales En cada módulo se trabaja el temario necesario y prácticas para adquirir los conocimientos y técnicas necesarias para desarrollarse como profesional en el sector. Ya sea con clases teóricas o clases prácticas.
Los módulos profesionales de este ciclo formativo son los siguientes:
Existen diferentes modalidades de estudio del ciclo superior de Realización de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos, ya sea presencial, online, oficial… por esa razón, cada centro y dependiendo de la modalidad, podrás tener una tutoría personalizada cuando lo necesites con tu profesor.
Existen cursos de especialización después de cursar el grado superior para la especialización en las diferentes CCAA. Puedes encontrar los diferentes cursos de especialización en la web oficial del ministerio de educación de España, aquí.
La titulación oficial que se obtiene después de realizar el grado superior de Realización de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos en un centro oficial, es la de técnico superior en Realización de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos.
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