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En resumen, cursar un fp superior no solo traerá oportunidades económicos ya que asimismo tendrás grandes satisfacciones personales y profesionales al ampliar tus capacidades profesionales al terminar este tipo de estudios superiores.
Un Ciclo de Grado Superior es un tipo de enseñanza del sistema educativo de Formación Profesional Español que se completa en 2 años académicos, y que se centra en enseñar a los estudiantes mediante unos estudios más prácticos que los universitarios, preparando a los alumnos de una forma más cualificada en la inserción al mundo laboral, gracias a una formación con prácticas más específicas orientadas a su futuro laboral.
Los estudios se realizan durante dos años, combinando las clases teóricas, con prácticas en clase, prácticas en empresas para poner en práctica todo lo aprendido y obtener la experiencia laboral práctica necesaria. Teniendo una duración total de 2.000 horas.Existe una gran oferta formativa para realizar un ciclo de grado superior, tanto en centros públicos como privados, disponiendo de una gran catidad de opciones para poder estudiar de forma presencial tanto con horario diurno como nocturno, o incluso online.
Los ciclos de grado superior están compuestos por una serie de módulos profesionales En cada módulo se trabaja el temario necesario y prácticas para adquirir los conocimientos y técnicas necesarias para desarrollarse como profesional en el sector. Ya sea con clases teóricas o clases prácticas.
Los módulos profesionales de este ciclo formativo son:
Las prácticas se desarrollan, en periodo lectivo, en la empresa de prácticas (de septiembre hasta diciembre o de marzo hasta junio). Excepto casos excepcionales no se incluyen las vacaciones escolares. La Formación en centros de trabajo (FCT)
Los calendarios se acuerdan entre los/las 2 tutores/as conforme a las horas de cada perfil profesional dentro de los tiempos anteriormente citados.
La duración diaria de la formación debe ser igual o cercana al horario laboral de la empresa, generalmente entre las 7:00 y las 22:00, y se realizarán reuniones de seguimiento, periódicas y obligatorias con el tutor de FCT en el centro educativo.
El Grado Superior se compone de 400 horas de prácticas. Generalmente entre marzo y junio del 2º Curso. Excepción: En los 5 títulos LOGSE vigentes oscila entre 380 y 440 horas.
Si acreditas una experiencia laboral mínima de un año (atendiendo al cómputo correspondiente a una jornada laboral completa), relacionada con el ciclo formativo en el que estés matriculado/a. Esta experiencia laboral debe garantizar que has alcanzado los resultados de aprendizaje del módulo FCT recogidos en el Real Decreto (RD) del título en el que estés.
Ibi es un municipio del interior de la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana, España. Situada en la comarca de la Hoya de Alcoy, es la población más grande de la subcomarca geográfica de la Hoya de Castalla y la segunda, por detrás de Alcoy, de la comarca. Cuenta con 23 677 habitantes (INE, 2022), siendo el 21.º municipio más poblado de la provincia[1].
La villa de Ibi se encuentra a 816 metros de altitud sobre el nivel del mar lo que la convierte en uno de los municipios más altos de toda la provincia. El municipio está situado en el extremo noroeste de los valles que configuran la Hoya de Castalla y al nordeste de la cuenca del río Monnegre, conocido también como río Verde o de Castalla. En el pasado, por Ibi transcurría el cauce de dos ríos afluentes del Monnegre: la Rambla Gavarnera, hoy en día inexistente y Les Caixes (las Cajas), que fue parcialmente canalizado a su paso por el centro urbano. La primera parte del río desde su nacimiento no está canalizada y se puede contemplar en el Barranco de los Molinos.
En su parte norte y nordeste limita con un gran arco montañoso formado por las sierras de Biscoi, Teixereta, Cabezo Quarter, Cabezo Corbó y la Tallada. Su pico más elevado es el Menejador, con 1356 metros de altitud. Dicha montaña se encuentra dentro del Parque natural del Carrascal de la Fuente Roja, que pertenece a los términos municipales de Ibi y Alcoy.
La población está enclavada entre dos cerros sobre los cuales se ubican respectivamente las ermitas de Santa Lucía y San Miguel.
Se comunica con Alicante y Valencia por la autovía A-7 y con Madrid a través de la CV-80 que conecta con la A-31.
El término de Ibi limita con los términos municipales de Alcoy, Castalla, Jijona y Onil.
El clima de Ibi es un clima mediterráneo (clasificación climática de Köppen CSa) con influencias continentalizadas debidas a la altura. Los inviernos son frescos, siendo las heladas ocasionales durante el invierno, y la nieve, aunque cada vez más escasa, es habitual verla todos los años. Por otro lado, los veranos son cálidos y secos, aunque relativamente cortos. La ciudad presenta una temperatura media anual de 12.8 °C y una precipitación media aproximada de 400 mm, concentrándose las lluvias principalmente en otoño y primavera (aunque muy variable a lo largo de las estaciones y de un año a otro).
Aunque el origen del nombre sigue siendo incierto, las teorías más aceptadas apuntan a que se trata de un vocablo ibérico que significa «zona o lugar entre dos ríos»: el río de Les Caixes y la Rambla Gavarnera.
Ibi no se constituye como una villa hasta el siglo XVII, fruto de un largo proceso histórico iniciado en la Edad Media con la conquista y repoblación cristiana. Pero antes de todo eso, el territorio fue ocupado por otras culturas y ya se le conocía como territorio independiente en el siglo IV.
En los siglos VI-III a. C., el punto geográfico que hoy conocemos por Ibi se hallaba en el territorio de la Contestania, que se sitúa al sur del río Júcar. Limitaba al norte con los edetanos y al sur con los bastetanos.
Los estudios realizados en la Hoya de Castalla definen la misma como espacio de transición entre los distintos territorios contestanos de la comarca de la Hoya de Alcoy, el Campo de Alicante y el Vinalopó al no situarse en la zona un gran poblado amurallado del que puedan depender el resto de yacimientos aledaños y al poseer menor cantidad que el resto de la Hoya de Alcoy y las otras comarcas citadas.
En Ibi, de época ibérica plena son los yacimientos de la Cova de la Moneda y Fernoveta. De época ibérica tardía parecen las cerámicas encontradas en L’Horta de Pont Sud y Camino Viejo de Onil.
La Cova de la Moneda es uno de los yacimientos de más renombre de la Hoya de Castalla. Sin embargo, todos los materiales arqueológicos proceden de actuaciones incontroladas. Tiene las características comunes de otras cuevas-santuario de esta época: posición elevada con un amplio dominio visual, situación junto a un camino de montaña que comunica dos vertientes de una sierra y aparición de materiales de uso ritual.
La Masía de Fernoveta está entre el cerro de San Miguel y el Alt de Santa María, en lo alto de un collado. Era una explotación rural del entorno inmediato, tenía próximos terrenos de uso agrícola, recursos hídricos y un lugar de enterramiento. Aquí se han encontrado vasos de almacenaje, tinajas y tinajillas de labios moldurados, platos o páteras con decoración de círculos y círculos concéntricos, material informe de decoración geométrica, cerámica de cocina representada por fragmentos de ollas de borde saliente engrosado. Asimismo, se han hallado dos fragmentos de cerámica ática de barniz negro (lógicamente de importación). Esto unido a varios fragmentos de pasta vítrea hacen pensar en una necrópolis ibérica en la zona.
El yacimiento del Camino Viejo de Onil se sitúa dentro del núcleo urbano de Ibi, al pie de San Miguel, en la vertiente sur, en el eje tradicional de comunicación entre Ibi y Onil. Los restos son escasos y muchos han desaparecido a raíz de las intervenciones urbanísticas a partir de 1980.
L’Horta del Pont Sud se sitúa en un área abancalada entre las bocas del Barranc dels Molins y de les Raboses. Es un lugar pródigo en tierras fértiles y agua, lo cual propicia el asentamiento humano. Restos materiales: tinajas y tinajillas, labios moldurados con decoración a bandas anchas horizontales en rojo vinoso y varias asas geminadas, dos fragmentos de ánfora ibérica, páteras o platos de bordes exvasados en ala recta, también de bordes vueltos al interior. La decoración es geométrica. La cerámica de cocina se halla representada por ollas de saliente engrosado.
El yacimiento Camino de la Ermita de San Miguel se encuentra al pie del cerro de la construcción homónima, en su vertiente oriental. Fue descubierto en 2004, con motivo de las obras para la realización de la rotonda emplazada en la unidad de ejecución R-2. La actuación arqueológica fue realizada entre el 19 de enero y el 16 de febrero de 2005 bajo la dirección técnica de J. Lajara Martínez. Los materiales encontrados fueron depositados en el Museo Arqueológico Municipal Camil Visedo Moltó de Alcoy. El material arqueológico hallado no es abundante, y además está bastante fragmentado, sin embargo, es interesante, teniendo en cuenta que es uno de los pocos yacimientos de época iberorromana excavados en las comarcas centrales de la provincia de Alicante. Hallazgos: vasos de transporte y almacenaje (ánforas ibéricas, de bocas planas con el labio poco destacado, tinajas y tinajillas de bordes exvasados y labios moldurados, platos de paredes curvas y bordes vueltos al interior). La cerámica de cocina representada a través de la olla B. 1. 1 de Bonet-Mata. El color de los elementos decorados es de nuevo de tono vinoso y los motivos representados son de tipo geométrico. No se aprecian decoraciones de tipo vegetal ni figurada. Es difícil concretar la cronología dado lo recurrente del estilo geométrico. Pese a todo se puede comparar el material encontrado con el repertorio decorativo que viene dándose en los yacimientos de los sigloa III a. C. y I a. C. en las comarcas de centrales de la provincia de Alicante.
Recientemente se ha descubierto un pequeño asentamiento romano dedicado a la explotación agrícola y ganadera, datado entre los siglos I a. C. y I d. C..
En los tiempos de la Reconquista, sería una o varias pequeñas alquerías. Merced a los pactos contraídos con el rey Jaime I de Aragón, Zayd Abu Zayd, antiguo rey almohade de Valencia y aliado del monarca aragonés, toma posesión de este territorio, el cual es cedido a su yerno Eiximén Pérez d’Arenós. Por medio de un canje pasarían a poder del rey. Durante el siglo XIV perteneció a los señores feudales de Cocentaina, Planes y otros, incluso a los mismos monarcas nuevamente, siendo el último de sus propietarios Mosén Francisco Pertussa, quien lo vendió a la vecina localidad de Jijona.
En el año 1578 es declarada Universidad por Felipe II y, unos años más tarde, en 1629, obtiene la emancipación definitiva al concedérsele la condición de Villa Real.
En el transcurso de la Guerra de sucesión española, los pueblos de la Hoya de Castalla, manifestaron su fidelidad al futuro rey Felipe V de España, lo que le valió a Ibi los títulos de Noble, Fiel y Leal. Además se le da el privilegio para que pueda añadir al escudo alguna señal de fidelidad; se colocó el perro.
Hasta el siglo XIX la principal fuente de ingresos había sido la agricultura de secano, a la que se unió la industria artesanal como la heladería y el comercio de la nieve. Fue durante esta época cuando se construyeron la mayor parte de los pozos de nieve, que hoy día perduran en las sierras aledañas a la localidad. Se trata de depósitos circulares construidos en la ladera de una montaña, sobre la cual se construía un muro de mampostería y el cual poseía una cubierta denominadas de falsa cúpula mediante hileras de piedras. Las puertas de estas construcciones solían ser de piedra de sillería, y tenían una barra de hierro o madera para colgar la carrucha. De esta última actividad derivaría la industria heladera que tuvo un rápido crecimiento, por toda la geografía nacional y gran parte del extranjero, a partir de finales del siglo XIX.
A partir de los años 40 y 50 Ibi comenzó a experimentar un gran crecimiento económico gracias a la expansión y auge del sector juguetero. Grandes fábricas como Payá Hermanos o Rico contaban con plantillas de centenares de trabajadores que aceleraron el crecimiento de la localidad. Durante estas décadas el sector juguetero de Ibi, y de la Hoya de Castalla, gozaron de una gran actividad y el número de empresas jugueteras se multiplicó. Sin embargo, a partir de 1975 el sector comenzó a verse afectado por la apertura de España al exterior y la fuerte competitividad de otros mercados. De este modo, Payá y Rico cerraron sus puertas en el año 1984.
Tras este período de crisis, Ibi comenzó a abrirse hacia otros sectores, como la siderurgia, el tratamiento de plásticos y metales, envasado e industria auxiliar, entre otros.
En la siguiente tabla se pueden apreciar las variaciones demográficas de Ibi hasta la fecha. Hasta la década de los 60, Ibi fue una villa fundamentalmente agrícola, de ahí que la población creciese muy lentamente o incluso decreciese en determinadas épocas como en 1940. Es a partir de la década de los 60, y especialmente de los 70 cuando la población de Ibi comienza a crecer, llegando a triplicar su tamaño en apenas 20 años (1960-1981). Esta época coincide con una gran expansión económica que experimenta la industria del municipio, sobre todo el sector del juguete. A partir de los años 90, coincidiendo con la crisis del sector y el cierre de muchas de sus fábricas, se observa como la población de Ibi crece de forma muy paulatina, hasta alcanzar el máximo histórico de 24 113 habitantes en el año 2009, en plena crisis económica. Las consecuencias de dicha crisis comienzan a observarse a partir del año 2010, cuando la población de Ibi comienza a decrecer lentamente, mayormente debido al envejecimiento de la población y la escasa inmigración recibida durante estos años. Tras unos años de decrecimiento demográfico, la población ha comenzado a recuperarse poco a poco en la década de los 2020.
El casco urbano del municipio está dividido territorialmente en 21 barrios de carácter mayoritariamente residencial y comercial y 6 polígonos industriales.
Los barrios del casco urbano son los siguientes:
Por su parte, los polígonos industriales existentes son los siguientes. En el mapa de la derecha se pueden observar las futuras ampliaciones de suelo industrial.
Ibi es un municipio de marcado carácter industrial, en el que las empresas se reciclan continuamente para adaptarse a los nuevos mercados. Las primeras industrias, como la del hielo, surgieron durante el siglo XIX. No obstante, Ibi es más conocida como la cuna del juguete, que en los años 70 y 80 ocupaban a casi toda la población activa y fue el principal detonante de su explosión demográfica. Actualmente, Ibi es una de las localidades más industrializadas de la provincia, pero las empresas del sector juguetero han sido reemplazadas paulatinamente por fábricas de tratamiento de metales y plástico.
Al igual que en otros muchos municipios mediterráneos de interior, la agricultura en Ibi es sobre todo de secano. Tradicionalmente, los cultivos alrededor del municipio se han centrado en almendros y olivos. Las explotaciones agrarias predominantes se caracterizan por ser de pequeño o medio tamaño, con escasa productividad y mayormente destinadas al consumo propio. Debido a la orografía accidentada y de carácter montañoso, la mayor parte de los terrenos agrícolas se encuentran en forma de bancales. En las sierras colindantes al municipio es habitual encontrar vestigios de estos bancales, actualmente abandonados, que solían pertenecer a los terrenos de las tradicionales masías.
La industria del hielo fue la primera en desarrollarse en Ibi. Comenzó a crecer durante el siglo XIX gracias a las frecuentes nevadas que ocurrían en las sierras colindantes. Durante esta época se construyeron la mayor parte de neveros donde se acumulaba la nieve que, posteriormente, era trasladada en tartanas hasta Alicante para su uso en la incipiente industria heladera. Uno de los legados más conocidos de esta industria es la marca española de helados La Ibense Bornay, que fue fundada en Sanlúcar de Barrameda por el ibense Carlos Bornay en 1892.
El sector juguetero se desarrolló a partir de los años 50 y tuvo una gran relevancia a nivel nacional junto a los demás municipios de la Hoya de Castalla. Desde los años 60 y hasta mediados de los 90, esta industria fue la principal empleadora de la mayor parte de los ciudadanos del municipio. No obstante, debido a la apertura de España al exterior y la irrupción en el mercado de países más competitivos y con menores costes de producción, la industria juguetera comenzó un lento pero inevitable declive que se vio agravado durante la Crisis económica española (2008-2014) que supuso el cierre de muchas de estas empresas. Entre las empresas más conocidas fundadas en Ibi destacan Juguetes Rico y Juguetes Payá, cuyo legado se puede observar hoy en día tanto en el Museo Valenciano del Juguete, situado en la antigua Payá y el Museo del Videojuego Arcade Vintage, en la antigua fábrica Rico.
A partir de finales de los 90, la industria comenzó a diversificarse hacia otros sectores como el transporte, la siderurgia, la industria auxiliar del automóvil y, sobre todo, el tratamiento de plásticos y la importación. Actualmente la industria de Ibi se concentra en sus polígonos industriales, siendo el de mayor extensión L’Alfaç III. En total, el municipio cuenta con más de 2.5 millones de metros cuadrados destinados a uso industrial y más de 550 empresas, que dan trabajo a más de 6000 personas[11]. Debido a la alta demanda de suelo industrial, está prevista una nueva ampliación del polígono industrial (conocida como NPI-5) con 3 nuevas expansiones que añadirán aproximadamente 1 millón de metros cuadrados adicionales[13].
Entre las empresas de Ibi destacan, entre otras, las de tratamiento de materiales como ITC Packaging, Smurfit Kappa, Clarios Plastics, Flinsa, Bornay, Acteco o Inden; importadoras como ColorBaby, Unimasa o Juinsa y jugueteras como INJUSA, Juguetes Picó o Juguetes Moltó.
El comercio en Ibi se centra sobre todo en los ejes comerciales de la ciudad: La Avenida de la Paz, la Calle Constitución y la Avenida Juan Carlos I. Debido a su cercanía y buenas comunicaciones con Alcoy y Alicante, núcleos comerciales de la provincia, en Ibi no existen grandes superficies, centros comerciales ni multicines. La mayor parte de establecimientos son pequeños comercios, aunque también existen algunos de mayor tamaño como los supermercados de Mercadona, Aldi y Consum.
Ibi comparte, junto con Valencia, la sede del Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU). En sus instalaciones de más de 6000 metros cuadrados se pueden encontrar laboratorios, centros de innovación y aulas de formación, con el objetivo de optimizar el proceso de creación y desarrollo de productos para la infancia desde la idea hasta su llegada al mercado.
Tradicionalmente, el turismo en Ibi se ha centrado en el turismo de interior y de naturaleza. Debido a su localización dentro de la cordillera Prebética, existen diversos parajes naturales y montañas con el típico bosque mediterráneo propicios para el senderismo y deportes de montaña. Asimismo, desde el Ayuntamiento de la localidad se han realizado esfuerzos durante los últimos años para impulsar el turismo familiar, con la creación de diversas rutas de senderismo por los alrededores del municipio, la construcción de parques y jardines temáticos, una oficina de turismo y la apertura de varios museos.
El municipio de Ibi cuenta con dos centros de salud de atención primaria y especialidades. Los pacientes que requieren de atención hospitalaria son derivados al Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy o al Hospital General Universitario de Alicante.
Ibi cuenta con una Jefatura de la Policía Local, un Puesto General de la Guardia Civil y un Parque Auxiliar de Bomberos correspondiente al área norte del Consorcio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios de Alicante.
Ibi es cabecera del partido judicial de Ibi n.º 12 que presta servicio al resto de municipios de la Hoya de Castalla. Cuenta con dos Juzgados de Primera Instancia e Instrucción dentro del municipio.
Ibi cuenta con una línea de autobús urbano con 22 paradas repartidas por la localidad.
Entre los platos típicos de Ibi destaca las tradicionales cocas, que pueden ser de aceite (coca d’oli) y de harina (coca de farina) o con ingredientes como el tomate y el atún. También es típica la pericana, la olleta, el arroz caldoso con conejo, la borreta, los garbanzos con espinacas (calaveretes en bufanda), el giraboix y el gazpacho ibense. En cuanto a postres, además del popular helado tradicional famoso en la localidad, destacan la saginosa, las monas de Pascua, los buñuelos, la coca de flare, los pastelitos de boniato y la coca de almendra.
Después de las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023, el Partido Popular perdió la alcaldía al perder 2 concejales aun siendo el partido más votado del municipio. De este modo, los partidos de derecha sumarían un total de 10 concejales (9 de PP y 1 de Vox) y los de izquierda 11 concejales (7 de PSOE y 4 de Som Ibi-Compromís). Por su parte, Ciudadanos perdió su representación en el ayuntamiento al no alcanzar los votos necesarios para obtener un concejal. El 21 de junio de 2023 se conformó un nuevo gobierno de coalición de PSOE y Som Ibi-Compromís. La organización del nuevo gobierno municipal acordada por ambos partidos es la siguiente[26]:
Se pueden destacar dos elementos simbólicos muy importantes en la villa de Ibi, como son el escudo y la bandera. En ambos elementos cabe resaltar la aparición de las dos torres, antiguos castillos ya desaparecidos.
El escudo heráldico municipal queda organizado de la siguiente forma:
«Escudo de forma española. Partido y cortado, en primero y segundo cuartel de plata, una torre de gules ajurada de plata; tercer cuartel, en campo de oro, un perro rampante de sable. En el centro del jefe, escusón en losange con cuatro palos de gules en campo de oro. A derecha e izquierda de la punta, fuera del escudo dos L mayúsculas, de oro. Bajo el escudo y fuera de él, una banda o fimbria de plata, con la leyenda Ibi Regii Patrimonii, en gules. Timbrado de la corona real de España, cerrada, con ocho diademás de las que son visibles cinco»
Publicado en el DOGV 29-05-1987, págs. 2624,2625. Se trata de las armas tradicionales de la villa, a las cuales se le añadió el perro en el siglo XVIII, en recuerdo de su lealtad al bando borbónico en la guerra de Sucesión; también hacen referencia a su condición leal, las dos L de los lados. En el escudo, las dos torres recuerdan los dos castillos que se construyeron durante la dominación árabe, el «Vell» en el Barranco de los Molinos; y el «Vermell«, en el cerro de Santa Lucía. El rombo con las barras amarillas y rojas simbolizan su condición de villa Real, reflejada también en la leyenda escrita en latín en la parte inferior del escudo: «IBI REGII PATRIMONII»
Con estos colores se reconoce la bandera de Ibi, según la resolución dictada por la Conselleria de Justicia el 28 de enero de 2003: Tras el dictamen del Consejo Técnico de Heráldica y acorde con las normas autonómicas reguladoras de los símbolos, tratamientos y honores de las entidades locales de la Comunidad Valenciana, la bandera adoptada por el ayuntamiento de Ibi quedará organizada del siguiente modo: “Bandera de proporciones 2:3. Terciada al asta. Al asta, de oro o amarillo, una torre roja abierta y mazonada de sable. Al batiente, de plata o gris perla, otra torre del mismo color, también abierta y mazonada de sable. Entre los campos, centrado, un cuadrado apoyado sobre una punta con las armas reales de Aragón”.
El himno de Ibi fue compuesto por Benedicto Ripoll Martínez y escrito por Armando Santacreu Sirvent en 1982. La música tiene una introducción inspirada en dos temas populares: «Las Carreras» y «Las Catalinetas», que da paso a las primeras estrofas que cantan en el pueblo. Seguidamente, hay una estrofa interpretada sólo por los hórreos, que recuerda «Las Danzas», y cantan al trabajo. Después, suenan unas intervenciones de metales que evocan el Himno a la Virgen, para volver a exponer la música de la primera parte, que llora la bandera y la tradición.
El himno dice así:
Alcem els cors per Ibi nostre poble,
volguda terra, espill de la regió,
bressol d’enginys i d’hòmens generosos,
que fan possible un món ple d’il·lusió.
Brindem honors a Ibi, nostre poble,
solar insigne del bon treballador,
història viva lligada a la d’Espanya,
que al pas dels segles esclata en germanor.
Clamors de torns, de lluites i quefers,
són cants de pau que naixen dels tallers,
fervor fidel per Ibi sempre encés,
per a seguir la senda del progrés.
Cantem llaors per Ibi nostre poble,
i les ermites, volgut i honrat blasó,
castells gloriosos brodats a la bandera,
que en esta vila són crit de tradició.
Visca
Visca nostre Ibi,
escrit en lletres d’or.
Visca
Visca nostre poble,
per sempre en nostre cor.
Declaradas de Interés Turístico Provincial. Se celebran 9 días después del primer miércoles del mes de septiembre y siempre es en viernes. Son consideradas las fiestas más importantes de la localidad.
El origen de estas fiestas se remonta al año 1797, año en el que el municipio de Ibi solicitó permiso real al rey Carlos IV de España para poder disparar armas de fuego con motivos conmemorativos por las calles del pueblo. Las primeras fiestas tal y como se conocen hoy en día empezaron a tomar forma en los años veinte[32].
Están compuestas por dos bandos, el moro y el cristiano, liderados por la figura de un capitán. Cada bando tiene siete comparsas, lideradas por una abanderada. Estas comparsas son:
Cada año, una comparsa posee la capitanía de su respectivo bando. La comparsa que tiene la capitanía es la primera en desfilar en el evento conocido como «entrada», mientras que la del año anterior desfila la última. El desfile cristiano se realiza durante la mañana del viernes y el moro durante la tarde. Ambos incluyen las típicas escuadras, lideradas por cabos, carrozas, espectáculos y bandas de música.
Las fiestas continúan el sábado siguiente con un desfile infantil y la «embajada mora», en la que el bando moro se apodera simbólicamente del castillo de la villa. Durante el domingo, se lleva a cabo la representación del «moro traidor»[35], gracias al cual el bando cristiano logra recuperar el castillo. A continuación, las personas de todas las comparsas que así lo deseen, proceden a dar la tradicional «vuelta al castillo», una forma de manifestar su participación en las fiestas del año siguiente.
Una particularidad de las fiestas de moros y cristianos de Ibi es el llamado Día de l’Avís (del aviso). Este día se celebra el sábado anterior al segundo domingo de mayo y consiste en un desfile previo a las fiestas de septiembre.
Es un homenaje al gremio de los heladeros de Ibi, conocida por su marcada tradición de helado artesano y que da inicio a la campaña del helado. Es una fiesta organizada en el mes de febrero por los heladeros ibenses para celebrar con todo el pueblo el comienzo inminente de la temporada del helado el próximo mes de marzo. Durante este día se reparten helados a la población para su degustación y se organizan actividades familiares. La fiesta termina con una misa y ofrenda a la Virgen de los Desamparados dedicada a los heladeros del municipio.
La romería de San Pascual se celebra el sábado posterior al 17 de mayo (día de San Pascual) y consiste en la subida a la ermita dedicada a este santo en romería, con juegos, paellas y charangas. Tiene su origen en 1661, cuando los campesinos de Ibi oraban al santo para frenar la sequía.
En la Ermita de San Miguel, ubicada en uno de los cerros dentro del casco urbano de la localidad, se realiza una popular romería el domingo anterior al día del santo (29 de septiembre), que incluye diversas actividades como una traca y carreras de sacos.
Debido a su legado juguetero, la figura de los Reyes Magos está presente en la historia y tradiciones de Ibi. A principios del mes de enero, se colocan telegramas gigantes donde se anuncia la inminente llegada de los Reyes Magos por los monumentos y sitios singulares. El día 4 se organiza la tradicional «recogida de cartas», en la que los heraldos de los Reyes Magos recogen las cartas de los niños para entregarlas a sus majestades. Durante la tarde-noche del día 5 se lleva a cabo la Cabalgata de Reyes Magos con un desfile que incluye espectáculos y música. Al igual que en la localidad vecina de Alcoy, existe en Ibi la figura de los paqueteros reales, que utilizan escaleras para subir a los balcones de las familias (que previamente han solicitado el servicio) y entregar los regalos en mano una vez terminada la cabalgata.
El Mercado de los Reyes Magos de Ibi es un nuevo concepto de mercado navideño para la localidad cuya primera edición se celebró en 2018. Se celebra a mediados del mes de diciembre, durante los días 16, 17 y 18, bajo el nombre «Donde viven los sueños». Incluye actividades de animación y rutas guiadas, así como muestras de gastronomía y artesanía local.
Declaradas de Interés Turístico Autonómico. El 28 de diciembre se celebra la fiesta de «Los Enharinados» («Els enfarinats«), en la que, a golpe de petardos y harina, los insurgentes consiguen rendir a la población bajo su mandato. El nuevo alcalde de los «Enfarinats» toma la vara de mando ficticio de manos del alcalde de la localidad. Tras la toma de posesión simbólica del nuevo Gobierno local de Els Enfarinats, el nuevo orden se impone en Ibi a golpe de escaramuzas y batallas de huevos, harina y cohetes borrachos. Hacia el mediodía, el absurdo y las excentricidades de este grupo de hombres ataviados con las más estrafalarias vestimentas, se extiende por todo el centro urbano de la localidad juguetera donde, por un solo día, campan a sus anchas, tendiendo emboscadas y enfrentándose a la oposición en una batalla épica, que se repite todos los años, y a la que están expuestos no solo los milicianos de los enharinados, sino también los viandantes que inocentemente cruzan los dominios de los golpistas. Los ciudadanos que se atreven a cruzar por la plaza de la Iglesia, cuartel general de los enharinados, y osan incumplir sus disparatadas órdenes, acaban rebozados en harina y huevo. El centro urbano de Ibi se cubre de una gran nube blanca en la que apenas se puede vislumbrar a los protagonistas, que despliegan todos sus efectivos bélicos y toman la plaza de la Iglesia, último bastión en el que se decide la batalla con «cohetes borrachos». Al final del combate, la oposición se doblega a los invasores, ante cuyo avance no tiene más remedio que replegarse en las escalinatas de la iglesia de la Transfiguración del Señor. El final de la batalla viene precedido por la anunciada derrota de la oposición que, finalmente, se rinde ante la superioridad de los «enharinados», sin que haya que lamentar bajas en ninguno de los dos bandos. Con la rendición de la oposición, llega el armisticio por el que se unen los dos bandos enfrentados y unidos, al fin, por una causa común: recaudar fondos para el asilo de ancianos San Joaquín de Ibi. La recaudación del «impuesto revolucionario» se realiza entre los establecimientos comerciales de la localidad.
La jornada finaliza con la tradicional «danza», en las que participan mujeres vestidas con lujosos trajes, hombres cubiertos con elegantes capas, y otros peculiares personajes conocidos como «los tapados», que van disfrazados de las formas más variopintas y cubiertos con capa y máscaras. La danza se inicia tras recibir el permiso del alcalde de los enharinados, como último acto de su mandato, y tiene lugar por la noche en el Pabellón del Polideportivo el «baile del Virrey» en el que se representan los bailes regionales y que tendrá un segundo acto también el día 30 de diciembre. Las fiestas de invierno de Ibi tienen muchos más protagonistas como son els fadrins, els casats y els amantats.
Para poder realizar el ciclo de grado superior de Programación de la Producción en Fabricación Mecánica, puedes acceder si reúnes alguno de los siguientes requisitos:
También es posible acceder mediante una prueba de acceso a grado superior (para quienes no tengan alguno de los requisitos anteriores).
Haber superado alguna de estas dos pruebas de acceso:
Existen becas públicas y privadas.
Becas públicas:
Becas privadas.
Existen una gran cantidad de fundaciones que ofrecen becas para la realización de FPs Superiores, como pueden ser; La fundación Repsol, Petronor y otras muchas).
Un Ciclo de Grado Superior es un tipo de enseñanza del sistema educativo de Formación Profesional Español que se completa en 2 años académicos, y que se centra en enseñar a los estudiantes mediante unos estudios más prácticos que los universitarios, preparando a los alumnos de una forma más cualificada en la inserción al mundo laboral, gracias a una formación con prácticas más específicas orientadas a su futuro laboral.
Los estudios se realizan durante dos años, combinando las clases teóricas, con prácticas en clase, prácticas en empresas para poner en práctica todo lo aprendido y obtener la experiencia laboral práctica necesaria. Teniendo una duración total de 2.000 horas.Existe una gran oferta formativa para realizar un ciclo de grado superior, tanto en centros públicos como privados, disponiendo de una gran catidad de opciones para poder estudiar de forma presencial tanto con horario diurno como nocturno, o incluso online.
Los ciclos de grado superior están compuestos por una serie de módulos profesionales En cada módulo se trabaja el temario necesario y prácticas para adquirir los conocimientos y técnicas necesarias para desarrollarse como profesional en el sector. Ya sea con clases teóricas o clases prácticas.
Los módulos profesionales de este ciclo formativo son:
Existen diferentes modalidades de estudio del ciclo superior de Programación de la Producción en Fabricación Mecánica, ya sea presencial, online, oficial… por esa razón, cada centro y dependiendo de la modalidad, podrás tener una tutoría personalizada cuando lo necesites con tu profesor.
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La titulación oficial que se obtiene después de realizar el grado superior de Programación de la Producción en Fabricación Mecánica en un centro oficial, es la de técnico superior en Programación de la Producción en Fabricación Mecánica.
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